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Los cantautores Ana Ruiz y Jorge Peart pretenden sorprender a aquellos que los escuchen en estos días en que Holguín se convierte en capital del arte joven. Autor: José Luis Estrada Betancourt Publicado: 21/09/2017 | 05:20 pm
México se encuentra entre los 25 países ahora presentes en la ciudad de los parques, para confirmar a las Romerías de Mayo, en su 19 edición, como un festival mundial de juventudes artísticas.
Desde la hermana tierra mexicana, deseosos al fin de materializar un anhelado sueño: enamorar con sus canciones al público cubano, llegaron los cantautores Ana Ruiz y Jorge Peart, quienes pretenden sorprender a aquellos que los escuchen en estos días en que Holguín, con el abrigo de la Asociación Hermanos Saíz, se convierte en la indiscutible capital del arte joven del país.
Sin todavía haber actuado en la Isla, ambos están convencidos de que las Romerías marcarán sus respectivas carreras. Y es que son conscientes de que este importante evento les dará «la oportunidad de mostrar, por primera vez, nuestras canciones al mundo»; motivo más que suficiente, dicen, para que Holguín permanezca por siempre en sus memorias, «porque también propiciará ese necesario intercambio que robustece la cultura de nuestros pueblos».
No obstante, Ana, que viene a promocionar el disco que espera que salga en este 2012 después de Acústico y Demos, no se engaña: «Esta será una prueba de fuego para nosotros, pues sabemos que si al culto auditorio de acá no le parece bien nuestra propuesta se dará la vuelta. No tenemos idea de lo que sucederá, pero nos esperanza que la gente se conecte con nuestra música, que nace del corazón».
Ruiz, quien llegó a pensar que se transformaría en abogada, de repente se descubrió componiendo canciones a los 19 años. Y la lírica que comenzó a brotar indetenible, empezó a exigirle que la engalanara con melodías que hoy también han grabado otros cantantes o agrupaciones reconocidos en territorio azteca, al estilo de Shaila, la popular hija de Rocío Durcal o La conquista.
«Después me diplomé en teatro, lo cual acabó con la timidez que me impedía presentarme en un escenario e interpretar canciones de autor; esas con las cuales los más jóvenes hemos ido conformando un movimiento interesante, pues aunque no cuentan con el respaldo de las grandes disqueras está haciendo mucho “ruido”».
Ana se siente dichosa por haber tenido el placer de alternar en los escenarios de casi todo México con importantes artistas, entre ellos no pocos afamados cubanos. «Me ha tocado abrirle un concierto al impresionante Pablo Milanés, y actuar junto a Amaury Gutiérrez, David Torrens, Frank Delgado... Y ello me llena de orgullo, porque en los cantautores cubanos encontré mucha inspiración».
También Peart trae consigo los temas que conforman su tercera producción discográfica titulada Aqua frío, que aparece tras La intriga de Adán y Puntos suspensivos. Solo que Aqua frío —asegura este joven creador quien ya se prepara para empezar a grabar el cuarto CD el 31 de agosto— representa un momento singular dentro de su obra autoral.
Quien no estaba seguro de cuál vencería entre el fútbol y la música a la hora de definir su camino profesional, cuenta que se decidió a probarse como compositor cuando al cantar canciones «ajenas» hallaba que «algunas frases me quedaban, expresaban mi sentir, pero otras no, así que lo mejor fue escribir canciones que me quedaran completamente. Claro, había sus excepciones como las creaciones de Silvio, Pablo, Amaury Pérez... Ellos me llenaron con su música increíble y su fabulosa literatura, yo creo que no me pude leer mejores libros que las canciones que me regalaban».
Por eso es que Jorge reconoce que esta visita a Cuba ya se había retrasado mucho. «Pero lo esencial es que ahora hemos venido a nutrir nuestras almas en las Romerías, a llevarnos parte de la felicidad que nos ha dado la música y a compartir con nuestros hermanos lo que hacemos».
