«Fancy Free», con Craig Salstein, Ethan Stiefel y José Manuel Carreño. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:02 pm
El American Ballet Theater (ABT) actuó en Cuba por primera vez en cincuenta años como puente cultural entre Estados Unidos, aseguró Kevin McKenzie, director artístico de la compañía.
«El ballet es un lenguaje universal, su belleza y su honestidad construyen puentes y consolidan relaciones», dijo McKenzie ante 5 000 espectadores al inicio de la gala en la noche del miércoles en el Teatro Karl Marx, de la capital cubana.
«Cuba está estrechamente vinculada a la ABT. Alicia Alonso ha dicho que en su corazón ella nunca abandonó el ABT. Puedo decir que en nuestros corazones Alicia siempre está con nosotros», añadió.
Medio centenar de bailarines, entre ellos los cubanos José Manuel Carreño y Xiomara Herrera, y la argentina Paloma Herrera, interpretaron «Tema y variaciones», «Fancy Free», dos obras estrenadas en los años 40 en Nueva York, «El corsario» y «Siete sonatas».
La participación del ABT en la 22 edición del Festival internacional de ballet de La Habana rinde homenaje a la prima ballerina assoluta, Alicia Alonso, directora y fundadora del Ballet Nacional de Cuba, con motivo de su 90 cumpleaños, en diciembre próximo, y quien comenzó su carrera en los años 40 en la compañía americana.
Hoy se presenta nuevamente en el Karl Marx, con un programa similar, al que se sustituye «El Corsario», por «Diana y Acteón», con Xiomara Reyes y Herman Cornejo.
El American Ballet Theatre fue fundado en 1940 bajo la dirección de Lucía Chase y Oliver Smith. Desde 1992 es dirigido por Kevin McKenzie. En abril de 2006, mediante una ley del Congreso se convirtió en la Compañía Nacional de Ballet de los EEUU. En junio de este año Alicia recibió en New York un homenaje que le tributara la compañía a propósito de la celebración de sus 70 años de su constitución.
Palabras de bienvenida de Alicia Alonso
Siento una emoción muy especial al expresar mi bienvenida a Cuba al American Ballet Theatre, agrupación artística que ha significado tanto en mi carrera profesional como bailarina, y a la que estoy ligada por profundos lazos artísticos y afectivos.
La primera vez que el Ballet Theatre actuó en Cuba, en 1947, yo integraba el grupo de figuras que encabezaba la compañía, junto a Igor Youskévitch, Nora Kaye, John Kriza, Lucia Chase —que además era su directora— y Antony Tudor, entre otros artistas. Tuve el gusto de acoger nuevamente el American Ballet Theatre en 1960, en ocasión de su significativa participación en el 1er Festival Internacional de Ballet de La Habana. Ahora, en el 22 Festival —medio siglo después— renuevo esos sentimientos al recibirlos en nuestra patria en el que la compañía conmemora setenta años de su fundación, y en el que personalmente celebro un bello cumpleaños.
Es nuestro deseo que esta tercera visita a Cuba del American Ballet Theatre, contribuya a fortalecer el entendimiento entre nuestros pueblos; y a consolidar aún más una amistad que tiene sus raíces en el amor al arte de la danza, y en imborrables sentimientos de humanidad y belleza.