Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Lecciones de educación de sierra adentro

Los 65 años de la convocatoria de Fidel, a cubrir las plazas de los maestros rurales que llevarían la luz de la enseñanza a los más recónditos parajes de las montañas, y haciendo realidad el Programa del Moncada, fueron conmemorados junto a los nuevos en Santiago

Autor:

Odalis Riquenes Cutiño

SANTIAGO DE CUBA.— El 22 de abril de 1960, a través de la radio nacional, el Comandante en Jefe Fidel Castro convocó a la juventud cubana a cubrir las plazas de los maestros rurales que llevarían la luz de la enseñanza a los más recónditos parajes de las montañas, y haciendo realidad el Programa del Moncada, empezarían a transformar el panorama de analfabetismo y pobreza reinante en los campos.

Aquel llamado encontró la respuesta apasionada y entusiasta de unos 4 000 muchachos y muchachas, casi niños aún, en su mayoría alumnos de los institutos de Segunda Enseñanza, que si bien no tenían conocimientos pedagógicos, imbuidos del fervor de la Revolución triunfante, partieron masivamente hacia las sierras de Cuba, dispuestos no solo a enseñar, sino a apoyar en lo que hiciera falta.

Nacía así el contingente de los llamados Maestros Voluntarios, una fuerza que sumó el vigor de los nuevos al empeño de demostrar que en la transformación social que se abría en el país, la educación pública y gratuita para todos, era, (es) prioridad, y que luego constituyeron los primeros docentes formados por la Revolución, muchos de los cuales desde entonces entregaron su corazón, de a lleno y sin regresos, al oficio de enseñar.

Los 65 años de aquella respuesta de futuro y juventud al llamado de Fidel, fueron conmemorados en esta oriental provincia junto a los noveles, en encuentro generacional entre los abnegados educadores y alumnos y profesores de las escuelas pedagógicas Pepito Tey y Floro Regino Pérez, en las que se forma el actual relevo.

En una mañana de reencuentros y emociones tan altas como las cimas que conquistaron, una representación de aquellos que poblaron las lomas cubanas con los libros en las manos y en el pecho un ideal, como reza el himno que les identifica, evocó las vivencias y motivaciones de días que hicieron crecer sus historias personales, y el acercamiento a la historia viva y latente devino para los nuevos en inspiración para prologar su ejemplo ante las aulas de hoy, reconoció Leinier Vargas, quien se forma como profesor de artes plásticas en la pedagógica José Tey.

 Los maestros voluntarios de montaña jugaron un gran papel en el desarrollo socio cultural y político ideológico de las masas campesinas con las que interactuaron, aseveró Luis Hechavarría Aiyón,  integrante del primer grupo que partió sierra adentro, hoy al frente de la junta directiva del Taller Científico Pedagógico Maestros de Montaña, una estructura que desde hace 40 años coordina aquí la atención a esos profesionales e incentiva la investigación científica sobre el desarrollo de la educación en las serranías.

El prestigioso pedagogo resaltó la huella de aquellos que tras cursos de superación y adaptación al medio rural, además de alfabetizar a los campesinos, fueron un apoyo decisivo al impulso de disímiles tareas de la Revolución en los años iniciales como la creación de las organizaciones de masas, el primer cambio de moneda, la realización de censos y el enfrentamiento a la contrarrevolución en las montañas, entre otras.

Bien lo sabe Eduardo Jústiz, el joven que con 17 años se vinculó a la enseñanza en la zona holguinera de Derecha de Caracas, y fue compañero de Conrado Benítez, maestro voluntario asesinado por la contrarrevolución. El recuerdo del joven alto y diestro que ejercía en una región cercana a la suya y supo hasta la muerte ser consecuente con su decisión: «Yo soy el maestro», fue acicate en lo adelante para aquella tropa de vanguardia, dijo, que hoy, ya octogenaria, sigue deseosa de hacer por la Revolución.

En los espaciosos salones del Centro de Convenciones Pedagógicas santiaguero, en simbólica demostración de continuidad, el relevo bebió de la savia de los fundadores, la dirección del sector en la provincia reconoció su entrega y proyectos culturales de escuelas de la ciudad, les regalaron su arte.

Las anécdotas de Minas del Frío y otros campamentos en los que se adiestraron, el recuento del contacto con la vida rural en jornadas de trabajo durante el día y lecciones en las noches, que hizo a muchos cambiar su vocación por el magisterio, llegó los jóvenes desde la pasión por el oficio y los longevos educadores les recomendaron estudiar mucho, aprovechar todas las herramientas de la profesión para formar y trabajar por el mañana con sensibilidad y amor.

Las lecciones de jornadas en las que la educación cubana echó a andar sierra adentro, desataron en la juventud atenta el orgullo por la historia del sector, alimentaron el compromiso de prolongar la impronta de consagración del magisterio cubano y transmitirla a las nuevas generaciones, y les permitieron asimilar experiencias útiles para su mejor desempeño, comentó Amanda Payares, alumna de la Floro Regino Pérez.

Previo al intercambio, en el que también participaron Normalistas, Maestros Populares, Makarenkos y otras formaciones magisteriales de aquellos primeros años, los participantes rindieron tributo a Martí, Fidel y los próceres de la patria en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia y a Frank País, ejemplo de maestro santiaguero, ante el busto que preserva su memoria en la antigua Escuela Normal para Maestros de Oriente.

El encuentro, calificado por los noveles como un privilegio y oportunidad, fue auspiciado por el Taller Maestros de Montaña, la Dirección Provincial de Educación, el Sindicato Provincial de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte y la Asociación Cubana de Pedagogos de Cuba.

En el ambiente quedó la certeza: con el ímpetu de aquellos iniciadores y el empeño de las actuales generaciones, sigue estando vigente el lema de entonces: las aulas de los montes nunca más de cerrarán.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.