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 Una casita de luz y amor (+ Fotos)

En Rayitos de luz, una casita infantil perteneciente a la Empresa Eléctrica de La Habana, como en las más de 260 que ya existen en el país, más que ofrecer cuidados a los pequeños hay un proyecto educativo amplio y en constante desarrollo en beneficio de la sociedad toda

 

Autor:

Yuniel Labacena Romero

 

Cuando abrió sus puertas la casita infantil Rayitos de luz sus hacedores no imaginaron que ese sueño cumplido de muchas manos y el corazón sería un camino seguro para la tranquilidad de las familias no solo de la Empresa Eléctrica de La Habana —a donde pertenece—, sino también para las familias en situación de vulnerabilidad de la comunidad, pues se han beneficiado de esta hermosa iniciativa.

«Mi nieta Gabriela Juana está a buen cuidado, bien preparada. Ella era una niña muy tímida y aquí ha dado un giro positivo. Ha desarrollado muchas habilidades, sus seños le han enseñado a comunicarse, a identificar los colores, los oficios, a ayudar a abuela en el hogar, a comer y realizar actividades didácticas sola», detalla Regla Caridad Berrios Morales, miembro de una de las familias beneficiadas de la comunidad.

«Esta es una alternativa muy valiosa, porque, además, de ayudar a las madres los padres que trabajamos, se contribuye al desarrollo del país para satisfacer las necesidades de las familias ante el déficit de capacidades para sus hijos en los círculos. Considero que esta experiencia debe multiplicarse a otras empresas», reconoce Regla Caridad y agrega que se siente «muy feliz, demasiado feliz, de todo lo maravilloso que mi nieta aquí ha vivido».

La casita con sede específicamente en la Escuela de Capacitación de la Empresa Eléctrica de La Habana, ubicada en el municipio capitalino de Boyeros, posee dos salones con las condiciones idóneas para impartir las diferentes actividades que demanda el proceso docente-educativo, y en su puesta en funcionamiento contribuyó un equipo multidisciplinario integrado por directivos, constructores, diseñadores…

Hoy no solo recibe el apoyo del Ministerio de Educación, sino también de la oficina de Unicef en Cuba a través del proyecto Incremento de la cobertura educativa para la primera infancia, mediante la modalidad institucional. Fortalecimiento de la educación integral e implementación de programas de parentalidad con enfoque de género en Cuba.

Así este hermoso regalo es una seguridad para las familias que mientras trabajan tienen a sus niños en un lugar confortable donde aprenden y se educan, una certeza que pudimos comprobar el día de nuestra visita y de la que nos hablaron también educadoras como Inocencia Biset Bell, una mujer muy entregada, que aunque se jubiló «me reincorporé de nuevo a mis funciones con las energías de siempre».

Es ella quien está al frente de Rayitos de luz, porque durante más de cuatro décadas, su quehacer como educadora ha estado ligado a la enseñanza primaria y a los círculos infantiles. «Esta casita tiene capacidad para 16 niños. El proceso educativo está en correspondencia con los programas y orientaciones metodológicas que rigen el trabajo en la Primera Infancia.

«Aquí le damos una educación integral. Desde el primer día tenemos que inculcarles amor, desarrollarles hábitos, conocimientos y habilidades. Nosotras como educadoras recibimos las visitas de ayuda metodológica de Educación como el resto de las instituciones educativas de primera infancia», asegura mientras sus retoños apenas la dejan responder las interrogantes de este reportero, porque para ella «el arte de enseñar es muy bonito, es una de las profesiones más agradecidas de la vida».

Según nos contó Tamara Font Iglesias, directora de la Unidad Empresarial de Base Escuela de Capacitación para lograr la casita se adaptó «un local de nuestra escuela, hicimos un parque infantil aplicando para ello la economía circular y velamos porque esta cumpliera con las condiciones básicas elementales. Añadió que «el funcionamiento de estas instituciones evidencia la voluntad estatal y gubernamental en beneficio de la sociedad».

Más de 260 casitas infantiles existen en Cuba actualmente, valiosa alternativa implementada por el sistema educativo para mitigar la alta demanda de plazas en instituciones de la primera infancia. Ello fue posible gracias a la Resolución 58/2021 del Mined y permite prestar servicios a los hijos de las madres, padres o tutores, en entidades que, a partir de sus condiciones económicas y materiales, puedan destinar fondos para su apertura, mantenimiento y garantizar su sostenibilidad.

Como dijeron educadoras y familias, en Rayitos de luz se prepara a las familias sobre la importancia de los primeros mil días de vida de los infantes, la paternidad y maternidad responsables, los hábitos y habilidades según las edades de los niños, y la crianza respetuosa. Apostamos porque siempre ese sea el camino, porque más que ofrecer cuidados a los pequeños con esta iniciativa hay un proyecto educativo amplio y en constante desarrollo.

Fotos: Favio Vergara

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