Cosme de la Torriente y Peraza. Autor: Archivo de JR Publicado: 12/03/2025 | 04:22 pm
NUEVA GERONA, Isla de La Juventud. — El próximo 13 de marzo de 2025 se conmemora el centenario de la ratificación del Tratado Hay-Quesada, un acontecimiento clave en la historia diplomática de Cuba.
En una reciente entrevista, el historiador de este Municipio Especial, Roberto Únger Pérez, destacó la labor del primer embajador cubano en Estados Unidos, Cosme de la Torriente y Peraza, quien hizo de esta ratificación una de sus principales prioridades durante su gestión.
Resaltó el académico que la tarea no fue sencilla. Durante 21 años, el Senado estadounidense había mostrado resistencia a la ratificación del tratado. La labor de Torriente abarcó múltiples frentes, desde el ejecutivo norteamericano hasta el complejo escenario senatorial.
En este contexto —abundó—, Ernesto A. Álvarez, biógrafo de Torriente, relata en su obra "Cosme de la Torriente y Peraza: siempre por la justicia y por la patria" un episodio significativo de su lucha que Torriente recordó cómo mantuvo una conversación decisiva con un senador republicano que controlaba un grupo importante de votos.
El congresista —explicó el historiador— le expresó que votaría en contra del tratado a menos que pudiera demostrar que los cubanos de Isla de Pinos habían participado en la guerra de independencia contra España.
El citado texto, aclaró Únger Pérez, expone la determinación con que Torriente presentó al senador el volumen "Mi mando en Cuba", del General Valeriano Weyler, donde se documentaba el levantamiento independentista de Nueva Gerona del 26 de julio de 1896.
«Este levantamiento fue crucial, ya que marcó la caída en combate del primer mártir pinero, Bruno Hernández, así como el asesinato de varios deportados políticos», significó Únger Pérez.
Asimismo, citó las palabras de Torriente recogidas en su biografía en las que el diplomático expresa: «El senador me dio las gracias y me dijo que todo hombre justo apoyaría mi causa, como él lo haría ahora». Fue entonces que su trabajo logró cambiar el rumbo de la discusión y acercar a Estados Unidos a la ratificación del tratado.
Este centenario no solo celebra un acuerdo diplomático, sino que también recuerda la valentía y el compromiso de quienes lucharon por la independencia y la justicia en Cuba.
En ese contexto, la figura de Cosme de la Torriente se erige como símbolo de una época en la que la diplomacia se entrelazó con la historia y el destino de una nación.