II Frente Oriental Frank País García. Autor: sierramaestra.cu Publicado: 10/03/2025 | 08:52 pm
Tras recorrer más de 1 800 kilómetros desde Pata de la Mesa, en plena Sierra Maestra, llegaron el 11 de marzo de 1958 a Piloto del Medio, exhaustos y hambrientos, pero dispuestos a hacer realidad el empeño de fundar. Para esa fecha eran 78 hombres prestos a cumplir la misión encomendada por el Comandante en Jefe Fidel Castro de expandir la lucha guerrillera a otras regiones del Oriente, después de un año y tres meses de campaña en la Sierra Maestra.
Integraban la Columna Seis, bajo el mando del recién nombrado Comandante Raúl Castro Ruz, y junto a la Columna 3, a las órdenes del también Comandante Juan Almeida Bosque —que operaría en las inmediaciones de Santiago de Cuba—, se desligaban de la columna madre para crear el II Frente Oriental Frank País García y el III Frente Mario Muñoz Monroy, respectivamente.
Unidas las dos columnas recorrieron a pie los más de 70 kilómetros desde Pata de la Mesa hasta San Lorenzo, y desde allí cada una se aprestó a cumplir las misiones asignadas. La Columna 6, integrada inicialmente por 67 hombres distribuidos en la escuadra de la Comandancia y cuatro pelotones, se dispuso al difícil paso por el llano y el cruce de la Carretera Central, para luego internarse, nuevamente a pie, en las serranías del norte de la provincia de Oriente, y fundar el nuevo enclave guerrillero, que operaría en un territorio que abarcaba desde Mayarí hasta Baracoa.
Otros 11 combatientes se les habían sumado en el trayecto, para completar los 78 que aquel 11 de marzo, entre el monte crudo, en Piloto del Medio, dejaron oficialmente constituido el II Frente Oriental Frank País García. Dicen que cumplida aquella primera fase y consciente de los desafíos por delante, el joven Comandante Raúl Castro les instó a tener siempre como brújula la fe de Fidel, «que nunca se da por vencido», y el espíritu de Frank.
Y así fue en los meses siguientes y hasta el triunfo revolucionario, en los que la nueva zona guerrillera devino un pilar de la victoria y modelo de organización política, militar y social que anticipó las bondades de la libertad al medio millón de personas residentes en los 123 000 kilómetros cuadrados que llegó a abarcar.
De Mayarí a Baracoa, Guantánamo, Alto Songo, San Luis, al influjo de las seis Columnas que operaban en el Frente guerrillero, se multiplicaron los comités de campesinos, que se sumaron a las fuerzas revolucionarias de la zona y la victoria fue tangible, lo mismo bajo las alas de la Fuerza Aérea Rebelde, que custodiada por los servicios y departamentos de la Comandancia Central.
En el amplio territorio, la nueva unidad rebelde creó y organizó los departamentos de Justicia, Sanidad Rebelde, Obras Públicas, Tesorería, Propaganda e Inspección, Educación, con Asela de los Santos al frente; el Buró Agrario, dirigido por Jorge Serguera, y el Buró Obrero, encabezado por Antonio Torres (Ñico).
La historia recoge que, en sus nueve meses y 20 días de vida, el II Frente Oriental Frank País tomó 31 cuarteles y puestos de la Guardia Rural, ocupó unas 2 000 armas al enemigo, organizó 20 hospitales y puestos médicos de campaña, creó unas 400 escuelas y construyó cientos de kilómetros de caminos.
Como frutos del esfuerzo de sus heroicos combatientes, jefes y oficiales, unido a la capacidad militar y organizativa, iniciativa creadora y visión estratégica y política del entonces Comandante Raúl Castro Ruz, de solo 27 años de edad, el Frente consiguió recaudar, por cuenta del impuesto de guerra, más de dos millones de pesos, que sirvieron para la compra de armas en el exterior y el sostenimiento del Frente, y se organizaron importantes eventos como el Congreso Campesino en Armas, el 21 de septiembre, y el Congreso Obrero en Armas, el 8 de diciembre.
«(…) Somos como un pequeño Estado revolucionario dentro de otro», llegaría a decir el propio jefe fundador del II Frente. A 67 años de aquel acto fundacional la huella del ímpetu, el coraje y la convicción de quienes sembraron la libertad en las serranías de la Sierra Cristal sigue inspirando.