En el escrito latía el éxito alcanzado por miles de cubanos en muchas partes del mundo, sin cuya entrega hubieran sido irrealizables grandes proezas. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 01/03/2025 | 09:13 pm
Ante la infamia no esperó. Su réplica, tan precisa como inmediata, apenas demoró lo que tarda en elaborarse la edición impresa de un periódico. Si hubiera vivido en estos días de redes sociales e información instantánea, nuestro Apóstol, con la ira contenida y la verdad a flor de piel, además del profundo artículo dirigido a The Evening Post, hubiera realizado también un tuit, un reel en Instagram, un post en Facebook. Sin dudarlo.
Vindicación de Cuba, como se conoce el texto escrito por José Martí en marzo de 1889, en el que responde firme y mesuradamente a las ofensas de la prensa estadounidense contra los hijos de la nación antillana, constituye la más alta defensa de nuestra autoestima y dignidad nacional. «Ningún cubano honrado se humillará hasta verse recibido como un apestado moral», acentúa, y esclarece que no somos el pueblo de «vagabundos míseros y pigmeos inmorales que a The Manufacturer de Filadeldia le place describir».
En su pensamiento, en medio del reposo turbulento que significaron los años de entreguerras, vibraba la gesta heroica de los próceres del 68, los que lo abandonaron todo, liberaron a sus esclavos y se lanzaron a la lucha por la independencia patria. Palpitaban en su mente también aquellos versos publicados a sus 16 años de que «¡rompe Cuba el dogal que la oprimía y altiva y libre yergue su cabeza!», las duras penas del presidio y el destierro, junto con los esfuerzos por unir medios y personas de bien por la justa causa de la libertad.
Latía indudablemente en su escrito el éxito alcanzado por miles de cubanos en muchas partes del mundo, sin cuya entrega hubieran sido irrealizables grandes proezas. Y todo lo argumenta con una mirada autóctona, descolonizadora, que va tejiendo un escudo ético-moral contra la perversidad, la farsa y el anexionismo.
En pleno siglo XXI, los cubanos sufrimos un ataque constante, cada vez más pérfido e inmoral, por quienes siguen viéndonos como seres inferiores e incapaces de valernos por nosotros mismos. Para ello emplean todos los medios al alcance, fundamentalmente las tecnologías de la información y la comunicación, entre las que cobran auge las redes sociales digitales.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nos ha llamado a participar en esos espacios y diariamente hacer allí «una Vindicación de Cuba, de la Cuba actual que resiste y crea bajo amenazas y tormentas».
En este material, además de la reproducción de la carta de nuestro Apóstol, aparecen dos artículos, uno firmado por Abel Prieto Jiménez, presidente de la Casa de las Américas y otro por Marlene Vázquez Pérez, directora del Centro de Estudios Martianos. En ellos se reflexiona sobre cómo podemos enfrentar la maquinaria de manipulación mediática a la que somos sometidos. Las propuestas que a partir de su estudio se realicen enriquecerán y le darán mayor valor a su contenido.
Sirva entonces este tabloide para el análisis, la preparación y actuación consecuente de cuadros, militantes del Partido y de la Unión de Jóvenes Comunistas y de todos aquellos que al leer estas páginas queden impregnados, desde los conocimientos y los sentimientos, con el patriotismo y la altura ético-revolucionaria del más universal de los cubanos, del que aprendimos —como dijera Fidel— el infinito valor y la fuerza de las ideas.
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