Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un campamento para recrearse, aprender y crecer

Contribuir al esparcimiento, el diálogo, la convivencia, el disfrute y el crecimiento como mejores seres humanos es propósito de los campamentos de verano, una iniciativa de la UJC que ha beneficiado a cientos de jóvenes en cada provincia. Desde Pinar del Río nos acercamos a la experiencia de sus participantes

Autor:

Dorelys Canivell Canal

PINAR DEL RÍO.— José Alejandro Alonso Cáceres tiene 18 años y cumple su tiempo de Servicio Militar Activo. Una vez concluida esta etapa, cursará la carrera de Derecho en la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca. Mas esta semana de finales de julio fue diferente para él. Jamás imaginaría que, en medio del cumplimiento de ese sagrado deber, tendría varios días para el disfrute, para el gozo.

Él es uno de los cien jóvenes vueltabajeros que acudió al campamento de verano, organizado por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y con el apoyo, esta vez, de la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, pues la edición de agosto quedará a cargo de la Universidad de Ciencias Médicas.

El programa incluyó jornadas de saneamiento ambiental, recorridos por sitios de interés social, productivos y recreativos, así como la visita a lugares históricos, entre los que se destacan el Memorial a Los Malagones, en Viñales, y la casa natal de Isabel Rubio, hoy convertida en museo en Guane.

José Alejandro Alonso Cáceres perpetúa en esta imagen su visita al Memorial a Los Malagones, ubicado en la comunidad El Moncada, municipio de Viñales. Fotos: Cortesía de los entrevistados

Sobre la oportunidad de asistir a esta iniciativa dijo a Juventud Rebelde: «La juventud pinareña se encuentra en modo verano y es por eso que los más destacados de cada territorio se suman al campamento provincial, que más allá de brindarte espacios recreativos, deportivos, culturales y de saneamiento ambiental, te da la posibilidad de conocer y sentir la historia de nuestra provincia a través de recorridos por lugares emblemáticos de esta geografía, como lo es el Memorial a Los Malagones, grupo que jugó un rol importante en la lucha contra los alzados luego del triunfo revolucionario, por solo citar un ejemplo».

José Alejandro es del criterio de que, si se pretende perfeccionar el trabajo con los jóvenes, hay que hacer que conozcan y sientan la historia: «Qué mejor manera para hacerlo que abordar estos temas desde el lugar donde ocurrieron los hechos o donde sus protagonistas vivieron o prepararon la gesta que luego los convirtió en héroes, en inspiración para los más nuevos. Así, visitando esos lugares en nuestro tiempo de vacaciones, aprendemos y  nos recreamos de una manera diferente. Son estos espacios los que ofrece el campamento».

Pero más allá de los lugares que se visiten, de los recorridos y las fiestas, hay un aspecto puntual que cada joven que asiste a esta propuesta de la UJC reconoce, y es que también es un espacio para hacer amigos, para estrechar lazos con muchachos de diferentes territorios y con las más diversas formas y estilos de vida.

«Esto de conectar con los demás es muy bueno. Una de las cosas más bonitas del campamento de verano son las personas que conoces; el rencuentro con los viejos amigos; el intercambio de experiencias, de criterios.

Asegura el joven que para él es un privilegio participar en esta modalidad de recreación y aprendizaje porque el campamento le aporta como persona, pues «contribuye a mi formación como ciudadano y, por supuesto, que le suma experiencias a mi vida social y personal. Cuando existan las ganas de disfrutar, de pasarla bien, de conocer más sobre nuestra historia, reencontrarte con amigos y conocer gente nueva, el campamento de verano es la fórmula perfecta».

También reconoce que le permite poder divertirse, despejar, pasar un buen rato: «Es el momento de encuentro con muchachos y muchachas que conocí en mi tránsito por la FEEM, para abrazarlos. Conversar con ellos me hace sentir bien».

Con mucho agrado recuerda la primera jornada. Fueron hasta la Plaza Provisional de Pinar del Río para recibir al equipo de Vegueros, subcampeones de la serie 63 del béisbol cubano. «El rato fue agradable y nos llenó a todos de orgullo estar allí con nuestro pueblo y darles esa gran bienvenida a nuestros campeones».

El joven reconoce, además, el esfuerzo que hace la provincia para sostener este tipo de actividades destinadas a los más destacados en centros de trabajo y estudiantiles, en medio de un escenario económico bien difícil. El campamento demuestra que puede haber disfrute cuando se juntan todas las voluntades.

Hasta y desde Guane

El municipio de Guane, un territorio que recibió este año la sede de las festividades provinciales por el 26 de Julio, también acogió en una de las jornadas a los muchachos del campamento de verano. Rocío del Sol, un proyecto de desarrollo local que permite el disfrute directo con la naturaleza, fue una de las propuestas del municipio para los jóvenes.

El recorrido incluyó la casa museo Isabel Rubio, patriota pinareña nombrada por Antonio Maceo Capitana de Sanidad del Ejército Libertador. Fue ella una de las figuras clave en la preparación de la Guerra Necesaria en el Occidente del país y se dedicó a cuidar a los mambises heridos en su campamento y hospital de sanidad durante esa contienda, al moverse por distintos puntos de la geografía vueltabajera.

De este municipio llegaron siete jóvenes al campamento de verano. Una de ellas es Mildrey Cordero Brito, estudiante de 18 años de edad, residente de la comunidad guanera de Molina. «Creo que iba a pasar las vacaciones completas en la casa porque vivo en una zona muy rural con pocas opciones recreativas, así que este campamento ha sido un regalo para mí.

Mildrey Cordero Brito tuvo en el campamento de verano la mejor opción de sus vacaciones. Fotos: Cortesía de los entrevistados

«Me ha dado la oportunidad de recrearme, conocer mejor algunos sitios emblemáticos del territorio y también hacer nuevos amigos de toda la provincia, conectarme con otros jóvenes», dice a Juventud Rebelde a la salida de Coppelia, una de las instituciones del Comercio y la Gastronomía que le abrió las puertas a esta iniciativa de la UJC.

Junto a ella está Alexei González Jiménez, secretario de la organización en ese municipio, quien reconoce que el campamento y el programa de actividades diseñado para él, contribuye al esparcimiento de los muchachos y a la vez con su preparación integral.

Como José Alejandro, ella también destaca el esfuerzo de la provincia y el país por sostener esta iniciativa en medio de un contexto económico difícil. «Y la idea es fomentar espacios de diálogo y convivencia en armonía, que quienes asisten intercambien sobre sus vidas, sobre lo que hacen y también, de alguna manera, seguir aportando a las actividades propias de la organización», señala el joven.

Desde ya la UJC prepara el próximo campamento provincial a desarrollarse en los días venideros, y también en los municipios habrá una propuesta, de manera que sean más los jóvenes que puedan disfrutar de estas propuestas pensadas exclusivamente para ellos.

Han sido cientos de jóvenes en cada provincia los que han tenido la oportunidad de asistir a los campamentos, pues como ha dicho Meyvis Estévez Echevarría, primera secretaria del Comité Nacional de la organización, «disfrute sano, alegría y participación, nuevos amigos, estímulo al aporte, aprendizaje… eso y más permite una iniciativa como los campamentos de verano».

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