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Prólogo de lo que está por venir

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, encabezó marcha multitudinaria por la unidad y contra el bloqueo en Santa Clara

Autor:

Nelson García Santos

SANTA CLARA, Villa Clara.— El prólogo de estirpe revolucionaria fue el símbolo de la marcha multitudinaria que la víspera aquí mostró cómo andando se ha hecho el sí por la Patria y la Revolución.

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, y los otros 31 candidatos a diputados por los diferentes municipios villaclareños al nuevo Parlamento, tras rendir honores al inolvidable Comandante Ernesto Che Guevara en el nicho donde reposan sus restos y a sus compañeros de la gesta de Bolivia, encabezaron la entusiasta y contundente demostración.

Antes, cuando el Presidente apareció en la tribuna de la plaza una ovación lo recibió, gesto que respondió y luego buscó en la altura la imagen del Che, que no deja de mirarnos y guiarnos en esa cabalgata hacia el porvenir que él mismo inició.

De inmediato se colocó una ofrenda floral al pie de la estatua del Guerrillero Heroico, tras lo cual comenzó la marcha por la unidad y contra el bloqueo, desde allí hasta el parque Leoncio Vidal en el corazón de la ciudad.

Lo protagonizado por la multitud, los jóvenes en primera fila, reflejó en palabras e imágenes nuestras consignas sagradas y enarboló retratos de sus paradigmas: Fidel, Camilo, el Che Guevara…

Fue un paseo donde brilló la estirpe revolucionaria por las principales calles de esta ciudad que atestiguaron, en nombre de Villa Clara y el resto del país, que vamos con todo este domingo 26, es decir, el respaldo a nuestro proyecto social y a la unidad a la que nos convocó Fidel.

Allí, marchó condenando al brutal bloqueo, diciendo que este domingo el voto por todos saldrá adelante, una representación de ese mosaico de nuestra sociedad: trabajadores del sector estatal y no estatal, jubilados, pensionados, estudiantes, científicos, profesores, militares, campesinos…

La alegría matizó el recorrido con música y congas, mientras a su paso la gente ratificaba la certeza en la victoria.

La apoteosis ocurrió cuando llegó la marcha al parque Vidal y sonó, todavía con más fuerza, el fervor revolucionario y se desencadenó el baile y la conga.

La tarde se iba cuando concluyó el concierto de la agrupación Arnaldo y su Talismán. Fue un día dichoso, prólogo de lo que está por venir.

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