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A convertir la excepción en regla

En la asamblea agramontina el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, exhortó a que todos los militantes y cuadros reflexionaran sobre las empresas socialistas que necesitan los municipios

Autor:

Yahily Hernández Porto

CAMAGÜEY.— Construir un país, un proyecto social, desde la espiritualidad y desde la aplicación creativa y necesaria de la ciencia, la investigación y la innovación, para promover un sistema de gestión de gobierno fundamentado en esa interconexión entre el amplio sector del conocimiento, el productivo de bienes y de servicios y la administración pública, constituye prioridad para los militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC), en la extensa llanura agramontina.

Desde esa visión integradora y optimista, el Primer Secretario del Comité Central del PCC y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, convocó a los militantes camagüeyanos con un diálogo sincero y profundo durante su Asamblea provincial a resistir las embestidas de odio del imperio contra la Isla y la crisis económica y financiera generada por la pandemia en el mundo, y hacerlo desde la creatividad permanente y auténtica que nos caracteriza.

Con la plena certeza de que a los problemas hay que «plantarles cara», el joven comunista Yunielkis Naranjo Guerra, creador del proyecto socio-cultural Golpe a golpe, apuntó que gracias a la unidad de los factores del territorio, de los promotores culturales del Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL), y de los noveles y experimentados talentos de la AHS y la Uneac, se despliegan múltiples actividades en barrios distantes de esta geografía.

«No ha faltado apoyo partidista ni gubernamental para transformar las noches  en las comunidades vulnerables y de difíciles accesos, en las que se ha dejado la huella de la creación artística cubana, no solo con la venta de libros, sino también con novedosas ofertas culturales que salvaguardan nuestros símbolos y nuestra identidad como cubanos.

«Hasta los más pequeños —aseguró—, llevan para sus casas imágenes de Elpidio Valdés y de Chuncha, la abuela servicial del barrio. Incluso se diversificó la propuesta del CPLL para que la familia tenga en sus librerías un centro cultural comunitario», significó el joven.

Jorge Michel Aguilar, de Sibanicú, no es hombre de muchas palabras, mas su verbo describió a un campesino que sabe que desde el ejemplo personal se puede hacer maravillas: «Alguien pensará que exagero, pero en mi Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Álvaro Barba, pudimos sacrificar 59 vacas y este año tengo otras 58. ¡Qué satisfacción uno siente cuando llega a un hospital, círculo infantil u hogar de anciano con sus producciones! El pueblo lo agradece».

«Estos resultados —argumentó—, no fueran los mismos sin la aplicación de la tecnología y sin el vínculo permanente con los investigadores de la Universidad de Camagüey, porque enfrentar la sequía en Sibanicú, un municipio donde casi nunca llueve, e incrementar resultados es un sueño que parecía inalcanzable».

Similar criterio expuso Michel Bayate, militante de la Empresa agroindustrial de granos Ruta Invasora, del municipio de Vertientes, quien aseguró que la proyección de su institución es convertirse en el polo exportador del sur de Camagüey: «Para lograrlo hemos defendido la alianza estratégica con los científicos universitarios, quienes buscan soluciones a lo que sea. Por ejemplo, la paja de arroz que constituía un problema hasta medio ambiental; ahora se aprovecha en la optimización del secado del grano, lo que incrementa la eficiencia».

Razón les sobra a estos delegados, porque la comunidad científica universitaria en Camagüey emprende proyectos con múltiples instituciones desde la participación protagónica de estudiantes y profesores. Así lo afirmó Adis Iraola Martínez, secretaria del Comité del Partido de esta casa de altos estudios: «Nuestro centro tiene como prioridad desarrollar las capacidades productivas de la provincia a través de la creación de programas y proyectos en empresas y unidades productivas».

Entre tantos logros descritos en la asamblea, la reflexión de Díaz-Canel constituyó un llamado a la autocrítica permanente de la militancia: «¿Por qué unas empresas sí pueden lograr transformar resultados y escenarios económicos-productivos y otras no, si todas pueden aplicar la ciencia para lograrlo? Hay que convertir las excepciones en regla», señaló, e instó a que todo lo que se haga, también en el sector económico, responda al proyecto socialista, «el cual busca ante todo justicia y equidad social».

El Presidente exhortó a que todos los militantes y cuadros reflexionaran sobre cuáles son las empresas socialistas que necesitan los municipios, para en lo adelante iniciar un redimensionamiento estructural en cada territorio que conduzca no solo a su liderazgo ante los nuevos actores económicos, sino también a la incorporación del sector privado como complemento necesario en el desarrollo local.

En la asamblea se reconoció la labor del miembro del Comité Central del PCC Ariel Santana Santiesteban, quien se desempeñó como Primer Secretario en Camagüey por muchos años, y se promovió a ese cargo al compañero Federico Hernández Hernández. 

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