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A sus 57 años de fundadas, las Brigadas Técnicas Juveniles siguen siendo una poderosa herramienta de trabajo para la formación política, científico – técnica y cultural de la juventud cubana, afirma Jeiller Carmona Brito, su presidente Autor: Enrique González Díaz Publicado: 06/12/2021 | 09:26 am
Como una importante fuerza impulsora de la producción en todos los sectores del país, califica el doctor Jeiller Carmona Brito a las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ), que él preside. A propósito de celebrarse, este 6 de diciembre, el aniversario 57 de su fundación, brindó declaraciones a Juventud Rebelde acerca de las tareas que asume hoy el movimiento y los retos que tienen por delante sus miembros.
—¿En qué estado llegan las BTJ a este nuevo aniversario?
—El año 2021, para el movimiento de las BTJ, constituye un motivo de regocijo y de celebración. Arribamos a este aniversario con más de 75 000 miembros, organizados en más de 6 mil brigadas. A lo largo de estos años, el movimiento ha brindado innumerables aportes a la actividad científico-técnica en el país.
«Desde su creación, ha contribuido a visibilizar los logros alcanzados por el esfuerzo de jóvenes técnicos y profesionales en la solución a problemas concretos de sus centros de trabajo, independientemente de que esas soluciones tuvieran la posibilidad de generalización o no».
—La exposición Forjadores del Futuro tiene varias etapas durante el año, ¿qué características posee la de 2021?
—La XVII edición de la exposición Forjadores del futuro ha estado dedicada a reconocer los 57 años de constituido este movimiento, nacido de la necesidad de superación para los jóvenes. Además, lo caracteriza la creatividad, frescura, dinamismo y aportes originales. Se presentaron más de 17 000 trabajos, desde la base, en cada centro y sus brigadas. Estos propusieron aportes a soluciones a los problemas de las instituciones y los territorios; además de que es notable el impacto económico y social de los mismos, no solo para el país, sino para las comunidades donde se encuentran los centros.
«La exposición nacional se realizará este 6 de diciembre, en el Parque Metropolitano de La Habana. Estará abierta al público, a partir de las diez de la mañana y contará con una selección de 94 trabajos premiados a nivel provincial. Al cierre del certamen se seleccionarán las menciones, premios nacionales y especiales.
«También sesionará un gran festival de ciencia, en el cual destaca la participación de nuestras universidades, los organismos de la Administración Central del Estado y sus centros de ciencia e innovación; así como otras sociedades científicas, con muestras de ciencia interactiva para el disfrute y aprendizaje de niños, adolescentes y jóvenes».
—¿Esta exposición presenta novedades, con respecto a las anteriores?
—La XVII edición se organizó como una feria de ciencia y tecnología basada en la muestra de experiencias y actividades interactivas. Se ha organizado para montarse y agruparse por áreas del saber: Ciencias Exactas y Naturales, Ingeniería y Tecnología, Ciencias Médicas, Ciencias Sociales y Humanidades.
«Esta labor ha propiciado el acercamiento de los niños, adolescentes, jóvenes y público en general a las diversas disciplinas de la ciencia y el conocimiento. También se han compartido las experiencias de proyectos comunitarios orientados a promover la producción de bienes y servicios de bien público.
«Los trabajos y proyectos que se muestran son experimentos, técnicas, prácticas y experiencias científicas, simulaciones, demostraciones, dinámicas interactivas, presentaciones multimedia u otros procedimientos. Estos incluyen aspectos científicos, técnicos e innovadores.
«Entre los requisitos deben aportar elementos divulgativos o educativos, utilizar un método de trabajo investigativo, que puedan adaptarse a las condiciones de exposición ferial mediante stands y que den prioridad a la dinámica interactiva con el visitante, además de socializar el quehacer científico de jóvenes asociados a la Academia de Ciencias de Cuba y otros reconocidos por el movimiento con una trayectoria meritoria».
—¿Cómo valora la implicación de los jóvenes en el desarrollo de la ciencia en el país?
—Los brigadistas no solo han estado inmersos en tareas científicas, dígase vacunas contra la COVID-19 y otros medicamentos para el tratamiento de los pacientes positivos; han realizado innovaciones que impactan directamente en el mejoramiento y rescate de equipamientos médicos que ya existían y en la producción de otros como los ventiladores pulmonares, de uso en urgencias. Ahí vale mencionar a la Empresa Combiomed Tecnología Médica Digital.
«También han estado en todos los programas sectoriales y proyectos de ciencia, tecnología e innovación que se han diseñado desde la dirección del país, acompañando y opinando con académicos y demás actores. Un ejemplo de ellos es el programa de soberanía alimentaria, además de todos los que se recogen en el programa de desarrollo económico y social hasta el 2030.
«Y han participado en las brigadas de Jóvenes por la vida en diferentes tareas, desde ir al surco a producir alimentos hasta la atención en comunidades a grupos vulnerables. Por eso, este año se entregarán más de 500 Sellos Forjadores del Futuro a jóvenes y personalidades, y a colectivos que se han destacado en el quehacer científico-técnico».
—¿Cuáles son los retos que aún tienen pendientes las BTJ?
—Nos proponemos crecer en membresía para poder llegar a más jóvenes y fortalecer el compromiso social de las nuevas generaciones en función del desarrollo de un socialismo próspero y sostenible. Otro de los retos que tenemos por delante es promover y encauzar los intereses de superación de niños, adolescentes, jóvenes estudiantes, trabajadores y combatientes, incluyendo una cultura medio ambiental en función del desarrollo sostenible.
«Son muchos los objetivos que nos hemos propuesto cumplir y entre ellos la promoción y divulgación de los resultados científico-técnicos obtenidos por los jóvenes, y las actividades propias del movimiento en las que se involucran, es una meta constante; así como la conciliación para facilitar la introducción y generalización de los resultados científico-técnicos obtenidos por los jóvenes, a través de los convenios de trabajo establecidos con la administración.
«Asimismo, tenemos el deber de estimular la participación activa de los pioneros, estudiantes y jóvenes brigadistas en espacios de ciencia y técnica; y fomentar la relación con los movimientos docentes investigativos de las diferentes enseñanzas que serán la base para la relación con las organizaciones estudiantiles, priorizando la formación vocacional y orientación profesional».
