En la Escalinata universitaria, el rostro de Fidel volvió una y otra vez en manos de los jóvenes. Autor: David Gómez Ávila Publicado: 24/11/2021 | 11:53 pm
Una sentencia firme para quienes deliran con una Cuba en la que no quepa el legado de Fidel, emanó de las márgenes enardecidas de la Universidad de La Habana, la noche de este miércoles: «Jamás hubo ni habrá ruptura ni olvido; jamás hubo ni habrá renuncia o traición».
Esa verdad la compartió Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, durante la velada político-cultural por el quinto aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe, a la que asistió Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República.
Con la alegría y el fervor de la juventud reunida en la Escalinata desde donde tantas veces el joven estudiante de Derecho descendiera para fundirse en la lucha junto al pueblo, Álvarez García aseguró que el pasado 15 de noviembre fue una de esas jornadas donde un Fidel multiplicado y firme, presente en millones de cubanos, bateó de jonrón los planes desestabilizadores diseñados por los enemigos de siempre.
«Aquí y ahora está Fidel», dijo la dirigente juvenil ante una multitud que lo extraña y añora, pero que lo sabe luz que ilumina los destinos de un país empeñado en resistir, crear y seguir venciendo.
Diversas expresiones artísticas dotaron
de belleza el homenaje. Desde la danza, la oralidad, la tradición coral y el repentismo se rememoró al Fidel que, a pesar del tiempo, sigue convocando amores, sigue despertando sueños.
Volvió a escucharse la letra sublime de Mi Unicornio Azul, de Silvio Rodríguez en las voces del Coro Nacional; se hizo una oda a la más pura identidad con el segmento coreográfico Matria Etnocentra, a cargo de Danza Contemporánea de Cuba; y se cantó a los héroes y mártires desde el coraje de saberlos necesarios, vivos, guiando.
Y aunque se escucha una y otra vez en cada espacio de recordación al eterno Caguairán, la canción Cabalgando con Fidel apretó nuevamente gargantas e hizo aflorar sentimientos nobles en el cierre de la velada.
La lluvia, persistente compañera en toda la gala, hizo crecer la mística en la noche de evocación. Y era Fidel, como un bautizo, bendiciendo a Cuba en la eternidad, como cantaron los repentistas Héctor y Aramís.
Junto a los jóvenes estuvieron también otros miembros del Buró Político, del Secretariado del Comité Central del Partido, viceprimeros ministros, así como otros invitados.
El Presidente cubano se unió a las nuevas generaciones para rendir tributo al hombre que siempre confió en la juventud: a un Fidel eterno. Fotos: David Gómez Ávila