Aniversario 50 de la FEEM y 56 de las BTJ Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 06/12/2020 | 02:32 pm
Foto: Maykel Espinosa Rodríguez
Este domingo la fórmula del amor triunfante, del patriotismo, la libertad, la justicia y la cubanía volvió a unir a los jóvenes, a la Revolución y a su Presidente. Otra vez el escenario fue un parque, ahora el Benito Juárez del municipio capitalino de Playa. Allí estuvieron las nuevas generaciones para celebrar el medio siglo de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), una organización que pese al paso del tiempo continúa como un espacio para participar, debatir y transformar…
Convencidos de que «el respeto al derecho ajeno es la paz», como nos ensenó el Benemérito de las Américas, también los jóvenes dieron una intachable respuesta a las más recientes provocaciones, mentiras y campañas financiadas desde Estados Unidos y dejaron claro que nadie podrá liquidar los sueños y la obra conquistada por los cubanos, a quienes siempre acompañarán el espíritu de lucha de Fidel y su fe infinita en la victoria.
Mientras unían sus voces a la música, a la poesía, al baile junto a amigos, vecinos, madres con sus hijos, ancianos… en el también aniversario 56 de las Brigadas Técnicas Juveniles, la repentina presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República, fue recibida con ovaciones y vivas a las Revolución y a Fidel, porque nadie podrá sembrar en esta tierra la desunión, el caos, la incertidumbre, la confusión, la desesperanza.
Entonces el mandatario, quien confesó que no sabía del desarrollo de esta celebración, contó cómo había parado en ella: «Vinimos a visitar a un compañero de la escolta que estaba enfermo, vecino del barrio, y cuando llegamos vimos todo el ambiente que había aquí en el parque y qué más que estar con nuestro pueblo, con nuestros jóvenes en el aniversario 50 de la FEEM, que han salido a la calle a manifestarse en contra de las burdas amenazas, las vandálicas amenazas, las perversas amenazas que está tratado de imponer el imperialismo yanqui».
Como ya ha hecho en varios momentos, el Jefe de Estado explicó que esa idea tiene mucho que ver con todo el anhelo que había en la administración de Trump —derrotada en las elecciones norteamericanas— de que antes de «terminar el año Venezuela, Cuba y Nicaragua —tres baluartes de revoluciones, que ellos le llaman el eje del mal—, desaparecieran en nuestro continente», pero «realmente no lo han logrado».
Recordó que a los trumpistas le quedan unos días en el poder y «están presionando, están dando los últimos coletazos para tratar de hacer realidad esos objetivos; sin embargo nuestro pueblo ha dado como siempre la respuesta, demostrando que Fidel vive, que a Fidel no lo recordamos, Fidel vive. Una vez más se equivocan, porque la prepotencia no les permite hacer un análisis real, objetivo, de la situación».
El Presidente señaló que derrotar a la Revolución ha sido el llamado desde las redes sociales y desde la contrarrevolución que vive en Estados Unidos, que no son lo mismo que «los cubanos que están en el exterior, que por diferentes razones han salido de Cuba pero que son cubanos y se sienten cubanos». Apuntó que a estos hay que separarlos «de los que son mercenarios, de los que son anexionistas, de los que no defienden una Cuba con los cubanos, sino una Cuba con Estados Unidos.
«Ahí tenemos que estar claros para no confundirnos y para no negar a nadie que esté con la revolución o a alguien que, incluso confundido, quiera un país mejor porque precisamente la Revolución se hizo para que tuviéramos un país mejor», destacó.
Fue esta la oportunidad para que Díaz-Canel preguntara: «¿Por qué no siempre hemos tenido un país mejor? ¿Por qué nos faltan cosas para mejorar en la economía, mejorar la alimentación de la población, mejorar la situación de la vivienda…? Hemos cometido errores pero también hay un bloqueo que nos aplasta, un bloqueo que a nadie se le ha aplicado en el mundo. Eso demuestra que hay mucha falacia, mucha mentira, hay mucha perversidad».
Foto: Maykel Espinosa Rodríguez
SE PIENSA EN LOS JÓVENES
Foto: Maykel Espinosa Rodríguez
Fueron varios los temas que abordó el Presidente en este hermoso diálogo en Revolución, donde recordó que en la misma medida en que el Gobierno de Estados Unidos se aferra a trabajar «sobre la base de personas sin principios, vulgares, llamando al odio, a la muerte, a la venganza, y manteniendo ese férreo bloqueo durante años contra Cuba, demuestra la pobreza de sus pensamientos y con ello el imperio se denigra, se desprestigia».
¿Qué sentido tiene para la humanidad que la potencia más poderosa del mundo tenga esa saña contra una pequeña Isla que lo único que quiere hacer es definir y construir sus destino, como lo ha hecho con los que están a favor y los que no están?, preguntó Díaz-Canel, quien añadió que en nuestro país cuando se piensa en una solución «no se está separando entre revolucionarios y no revolucionarios; estamos pensando para todo el pueblo y lo hacemos para todo el pueblo.
«Ese nunca va a ser el proyecto de los anexionistas, pues estos quieren un país donde haya una clase media pequeña que sea la que viva bien explotando a la mayoría (el pueblo), y perderíamos todas las conquistas sociales, perderíamos la educación gratuita, perderíamos la salud gratuitas, perderíamos la asistencia social, perderíamos el bienestar social».
Por ello y ante la realidad que vivimos les dijo a los jóvenes que se trata, entre otras cosas, de hacer lo que están haciendo como estudiantes: «manifestándose, denunciando, tomando las calles para que nadie se equivoque como contrarrevolucionario en tomar las calles, y dialogando, debatiendo con los que tengan una idea confusa. Incluso con los que tengan ideas contra las nuestras vamos a debatir, vamos a discutir y ver quién tiene la razón, y dándoles espacios a todos los jóvenes, porque la Revolución se hizo ante todo para los jóvenes.
«Aquí cada vez que se piensa en algo, en lo primero que se piensa es en los jóvenes; creo que así podemos avanzar. Y lo otro que les pido es que ustedes siempre estén muy presentes en todo lo que estamos haciendo, sobre todo en la batalla económica, porque las insatisfacciones que tenemos hoy en la población tienen que ver con insuficiencias en la producción de alimentos, en determinados programas económicos; pero participando, escuchando las ideas de ustedes, que ustedes también nos propongan cosas. Como siempre hemos tenido el espacio para debatir, así nosotros entre los cubanos vamos a resolver nuestros problemas y todo eso desmantela toda esa campaña y toda esa agresividad».
El Jefe de Estado hizo alusión a las cosas burdas que se propagan en las redes sociales para acabar con el país y a las que se unen muchas personas ingenuas: recargarte tu teléfono si filmas un video con una gasolinera quemada, en una tienda que apedrearon; también pagan si la persona apedrea una tienda, una gasolinera, al que haga una acción vandálica…
«Cuando esos son los método de lucha, que pensamiento hay, que ideas son. Eso es terrorismo», afirmó Díaz-Canel, quien seguidamente afirmó que en cambio «lo de nosotros es el humanismo, la inclusión, la justicia social entre todos, y por eso nos llena de satisfacción que los jóvenes de manera espontánea» —aunque muchos lo nieguen— se hayan reunido y que la gente fuera por sí misma al parque.
Entonces preguntó: «¿Hay alguien obligado aquí?», y la multitud respondió: «¡No!». El Presidente continuó explicando que las dos veces que han tenido lugar estos encuentros en los parques también fue casualidad que sean domingos. Igualmente recordó lo sucedido en el capitalino parque Trillo y cómo después, ante la impotencia y al ver la unidad, empezaron a criticar el pulóver de la bandera cubana que él llevo y el uso del nasobuco. «Ellos se van por los laterales para no entrar en las esencias», dijo.
Es el actuar de los jóvenes durante estos casi 62 años del triunfo del 1ro. de enero de 1959, y sobre todo en estos días, lo que llevó a Díaz-Canel a retribuirles su gesto. «Les agradezco mucho que nos hayan recibido con tanto cariño; les agradezco mucho que nos hayan permitido hacer uso de la palabra. No era la intención, pero sí decirles que para nosotros los jóvenes son de lo más importante que tenemos, siempre presentes en la dirección de la Revolución, y ustedes lo saben; siempre estamos con la juventud».
Foto: Maykel Espinosa Rodríguez
ENTRE LA REALIDAD Y LAS REDES SOCIALES
Foto: Maykel Espinosa Rodríguez
Muchos pudieran pensar que ante lo sucedido en estos días en La Habana hay un clima de preocupación; sin embargo la realidad es otra, como mismo aseguró el Presidente Díaz—Canel. «Se ve tranquilidad; en lugares donde se han movilizado jóvenes y otras personas, la gente sigue su vida tranquila, en la lucha por los mandados, qué puedo comprar… Se reúnen en familia… La vida sigue igual, y en todos estos días hemos estado trabajando igual que siempre, se han atendido todos los programas, como se ha visto en la televisión.
«Pero si vas a las redes sociales este es un país en el que nos estamos matando unos a los otros, donde no hay inestabilidad, donde todos en las calles están protestando, donde hay represión policial, donde estamos golpeando. Es que ellos piensan como lo hubieran hecho; es que ellos actúan así», afirmó.
Al abordar esta cuestión recordó las imágenes que vio de una represión que hubo contra una manifestación popular en un Estado de Estados Unidos donde a una persona negra la matan salvajemente dentro de una perseguidora y cómo a otro le oprimen la garganta hasta matarlo con una rodilla de un policía.
Ante esa realidad preguntó: «¿Cuándo en Cuba hemos tenido esos hechos?», a lo que la multitud respondió: «Nunca». Entonces aclaró: «A los jóvenes que protestaron en San Isidro no se les ha tocado un pelo; los muchachos que estuvieron en el Ministerio de Cultura, los que se alejaron del proyecto anexionista, ayer se reunieron con el Ministro, junto con otros jóvenes artistas.
«¿En qué país los ministros, el presidente, los que dirigen se reúnen con los jóvenes como pasa en nuestro país?». «En ninguno», dijeron desde el público. «Entonces se dan cuentan —expresó Díaz-Canel— de que todo es un show mediático, una construcción con la que nos tratan de fragmentar nuestra unidad, con la que tratan de que perdamos nuestra identidad», porque cuando se pierde la identidad nacional, cuando se asumen los paradigmas de otro país, de otra nación se pierde todo. «Eso es lo que ellos quieren imponer aquí, los suyos que creen que son los mejores».
A toda esta farsa es la que se enfrenta el pueblo cubano, y lo hace, como dijo el Presidente, «con mucha serenidad, con inteligencia, pero sobre todo con mucha convicción y con amor. Con convicción por la Revolución, con convicción por lo que hacemos, con convicción porque sabemos que aunque tenemos que perfeccionar nuestro socialismo es la mejor salida la que tenemos y no la que nos quieren imponer.
«Ya el capitalismo y el neoliberalismo llevan muchos años en el mundo sin resolver los problemas de la mayoría y a mí me duele mucho, cuando hago un análisis de los problemas internacionales, cómo en un mundo que hoy tiene recursos para todos, solo una mínima parte vive bien y los demás viven muy mal. Eso tiene que ver con el orden económico internacional que es totalmente injusto, elitista, que responde a minorías que han concentrado muchas riquezas y también lamentablemente mucho poder», señaló.
Díaz-Canel inquirió que «cómo se puede comparar que un país como Cuba, pequeño, asediado, con tantas vueltas que le han dado a la tuerca del bloqueo, incluso antes de que empezara este año, ha tenido una respuesta tan ejemplar a la COVID-19 como ha tenido Cuba, y que el país que más dinero y más riqueza tiene en el mundo, el que tanto gasta en armamento en el mundo para oprimir a los demás, no sea capaz de controlar la pandemia, y tenga un desprecio tremendo por la muerte de sus ciudadanos, sin hacer nada que pueda cambiar esa situación.
«¿Entonces de qué lado está la verdad, de ellos o de nosotros?», apuntó y significó que «para nosotros tener más justicia social para seguir ampliando nuestra base de justicia social, de conquistas sociales, tenemos también que fortalecer nuestra economía, y ese es el principal reto; hay que producir y para producir hay que trabajar y para ello tenemos que trabajar nosotros. Ese también es un elemento de convicción para defender a la Revolución».
Toda la farsa enemiga, señaló Díaz-Canel, se enfrenta también con amor por Cuba. «El amor por Cuba, el amor por los cubanos y las cubanas, el amor también por la Revolución, el amor por la generación histórica de la Revolución, el amor por Fidel y Raúl, que nos han guiado, y podemos salir libremente a las calles y podemos enfrentar las patrañas del imperialismo venciendo siempre, porque todos somos Cuba y todos somos continuidad».
Foto: Maykel Espinosa Rodríguez