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COVID-19: Cuba marca la diferencia

La nueva normalidad exige permanecer más unidos, más disciplinados y solidarios. Pero se necesita de la participación activa y responsable del pueblo, del protagonismo de las organizaciones de masas, del concurso de las instituciones y del control del Gobierno. Así lo reconocieron los diputados este martes durante una de las sesiones de trabajo de la segunda jornada de actividades previa al 5to. Período Ordinario de Sesiones del Parlamento en su 9na. Legislatura, previsto para este miércoles

Autores:

Margarita Barrios
Marianela Martín González
Ana María Domínguez Cruz

No es momento de bajar la guardia, esta pandemia es muy compleja, por lo que solo se la puede vencer con la participación de cada persona, en cada barrio, en cada casa. Es nuestro compromiso seguir trabajando y luchando, como parte de nuestro pueblo para finalmente ganar esta batalla.

La afirmación la hizo este martes Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), al transmitir desde el órgano supremo del poder del Estado el apoyo y respaldo al pueblo en el enfrentamiento a la COVID-19, una pelea en la que nuestro país lleva más de siete meses.

Precisamente, a una actualización de las medidas de Cuba en la lucha contra el nuevo coronavirus y a la situación epidemiológica actual en la nación, se dedicó la segunda jornada de actividades previa al 5to. Período Ordinario de Sesiones del Parlamento en su 9na. Legislatura, previsto para este miércoles.

Con la presencia del Presidente y Vicepresidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Salvador Valdés Mesa, respectivamente, la jornada de este martes comenzó con la intervención del Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, quien hizo un recuento de la labor realizada por el Gobierno ante la emergencia sanitaria mundial y ofreció una actualización del Plan de enfrentamiento a la COVID-19, compuesto ahora por 189 medidas.

«Necesitamos una estabilidad epidemiológica para seguir avanzando», expresó Marrero Cruz, quien recordó que desde el 30 de enero Cuba aprobó el primer Plan de prevención y control para el enfrentamiento a la pandemia, luego del primer brote identificado en China en diciembre pasado, y desde entonces y hasta la fecha preservar la salud del pueblo ha sido la prioridad.

Agregó que los objetivos fundamentales del Plan en vigor se perfilan hacia el inicio de manera gradual y asimétrica de la nueva normalidad, etapa en la que se deben desarrollar las capacidades de enfrentamiento a los eventos que se produzcan y durante la que se impulsan diversas estrategias para mitigar el impacto económico y social
ocasionado por la COVID-19 en medio
del recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos.

Marrero Cruz insistió en la clasificación de las etapas: epidémica, compuesta por la fase de transmisión autóctona limitada y la fase de transmisión autóctona comunitaria; la etapa de recuperación, integrada por la fase 1, la fase 2 y la fase 3 y la nueva normalidad, así como en la necesidad de que en cada una de ellas se cumplan con disciplina y responsabilidad las medidas sanitarias establecidas.

Tres provincias permanecen en transmisión autóctona limitada (Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Pinar del Río) y La Habana en fase 3, lo que evidencia que todavía debemos mantener la pesquisa activa, el control de los eventos registrados y la elevada percepción de riesgo, afirmó.

«Para hablar de una nueva normalidad en Cuba, urge que la capital arribe a esa etapa, sin apresuramiento innecesario. En otros países los rebrotes han sido fatales, por lo que no podemos confiarnos y actuar a la ligera. Defendemos entonces que la nueva normalidad, más allá de un plan, incorpore nuevos estilos de vida que favorezcan la salud individual y colectiva».

El Primer Ministro detalló las conductas a adoptar a partir del reto que impone la propagación de la pandemia actual para mantener a salvo a nuestra población y, al mismo tiempo, activar la economía nacional.

«Lograr una estabilidad epidemiológica permitirá arribar a mejores resultados. Necesitamos de la participación activa y responsable del pueblo, del protagonismo de las organizaciones de masas, del concurso de las instituciones, del control del Gobierno y, ante todo, de la unidad entre todos los factores».

Retos ante la pandemia

Muchos son los retos que tiene por delante el país y, por supuesto, su sistema de Salud Pública. Superarlos no es solo un asunto de Estado, es responsabilidad de cada uno de nosotros, y depende, en primer lugar, de la manera en que desde el plano individual asumamos hoy el cumplimiento de las medidas establecidas y el nuevo código de vida que se ha diseñado para convivir con la enfermedad.

Así lo expresó el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, durante
su intervención ante los diputados del
Parlamento, quién además aseguró que «el acompañamiento de ustedes, representantes de todo nuestro pueblo, es vital en medio de un escenario donde la nación ajusta sus pasos en el camino de la nueva normalidad».

Portal Miranda reconoció el esfuerzo y la dedicación de todos los trabajadores del sector de la Salud Pública, quienes desde todos los niveles han contribuido a que el índice de supervivencia en el país supere el 90 por ciento.

El mundo continúa en curva ascendente de esta pandemia, acotó, y en Cuba se marca la diferencia, porque la salud de todos es prioridad. «Se ha recuperado el 91,3 por ciento de los contagiados de los más de 6 500 diagnosticados desde el inicio de la epidemia, y aunque lamentamos el fallecimiento de 128 pacientes, estamos conscientes de que todo lo que hemos hecho ha sido para salvaguardar lo más preciado», dijo.

Igualmente, se refirió a las diversas accio-
nes que ha realizado el Ministerio de Salud Pública y que han permitido arribar a los resultados satisfactorios que hemos obtenido en el control y prevención de la pandemia, como las nuevas normas jurídicas ministeriales establecidas, la vigilancia activa, la articulación de acciones intersectoriales, la inmediatez en los análisis y toma de decisiones, la atención individualizada de cada paciente y la evaluación
sistemática de las propuestas de investigación científica, entre otras.

Portal Miranda detalló cada uno de los componentes del modelo cubano de enfrentamiento a la COVID-19: el epidemiológico, la organización de los servicios de salud y la incorporación de la ciencia y la innovación.

A partir del modelo propio se priorizó la atención a la población sin que el sistema de Salud colapsara, dijo, pues se crearon las capacidades necesarias para el diagnóstico, que permiten contar hoy con 13 laboratorios en cinco provincias, de cuatro existentes al inicio de la pandemia.

«No ha sido necesario desplegar toda la capacidad diseñada para la atención a los contagiados con la COVID-19, y el protocolo cubano para el manejo de la epidemia, sobre la base de la experiencia acumulada en estos meses, ha evidenciado que la unidad por un objetivo común es la clave del éxito».

En los resultados obtenidos ha sido vital el aporte de la ciencia, agregó Portal Miranda, quien apuntó que se han aprobado más de 700 investigaciones científicas, que incluyen estudios clínicos (hoy se ejecutan 17) y observacionales, e innovaciones.

Significó la cohesión entre los profesionales de diferentes especialidades que contribuyeron al diseño e implementación de modelos de pronósticos,
estudios epidemiológicos y la intro-
ducción de herramientas tecnológicas para el control y prevención de la pandemia.

El Ministro de Salud reconoció que la distinción de nuestro protocolo de actuación radica en que sus acciones se inician y terminan en la comunidad, mediante la vigilancia y otras medidas preventivas, profilácticas, de recuperación y de rehabilitación de salud. «Allí, los médicos y enfermeros de la familia, los estudiantes de ciencias médicas, los tecnólogos de la salud y otros profesionales del ramo han protagonizado las acciones de control y prevención».

Resaltó las intervenciones comunitarias en el escenario preventivo como la administración de Biomodulina T en adultos mayores en las instituciones sociales y la aplicación del PrevengHo-Vir, así como el uso de dos productos innovadores y la terapia de uso de plasma de personas convalecientes.

Igualmente, destacó el desarrollo de estrategias para impulsar la atención sicosocial de pacientes, personal de la Salud y familiares, teniendo en cuenta el impacto de la pandemia en la salud mental individual.

«Si una fortaleza hemos tenido es la de disponer de una industria biotecnológica y farmacéutica, de la que nos hemos servido para el tratamiento de los contagiados, pues se destaca el impacto de los interferones cubanos en el tratamiento a casos sospechosos y confirmados.

También resaltó que la carpeta de productos de BioCubaFarma para el enfrentamiento a la COVID-19 incluye tres medicamentos de uso preventivo; tres antivirales; dos novedosos antinflamatorios; cuatro diagnosticadores serológicos, de ellos tres registrados y uno ya introducido como parte del protocolo diagnóstico.

Igualmente, existen medios, reactivos y equipos para el diagnóstico molecular, así como tres prototipos de ventiladores para ser utilizados en las unidades de cuidados intensivos y un tomógrafo de impedancia, de los dos candidatos vacunales aprobados y los dos ensayos clínicos en ejecución.

Portal Miranda reconoció el algoritmo de actuación en la atención del paciente convaleciente, a partir del cual se ha recopilado experiencia vital para el futuro, en el que se incluye la apertura de nuevos laboratorios, la habilitación de hospitales para la atención exclusiva de los enfermos con la COVID-19, la activación de centros de vigilancia y la herencia de protocolos aprobados.

Ponderó el aporte de los miembros de las 52 brigadas de colaboración médica que ha prestado servicios en naciones donde la situación epidemiológica ha sido compleja, y ratificó que «nada impedirá que Cuba mantenga su solidaridad, a pesar de todos los obstáculos y ataques mediáticos que se gestan desde el exterior para desacreditar a nuestros profesionales del sector».

La nueva normalidad exige permanecer más unidos, más disciplinados y solidarios, aseguró. «Necesitamos el incremento de la labor que se hace y con mayor integralidad en las comunidades. Necesitamos que cada cual comprenda la importancia de incorporar nuevos estilos de vida que garanticen la salud de todos».

Al finalizar este punto de la agenda, los diputados recibieron una amplia información sobre la Tarea Ordenamiento a cargo de Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político y jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos.

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