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¿Quién dijo que son muy jóvenes para ese cargo?

Jóvenes delegados del Poder Popular asumen los retos del día a día en sus comunidades, con compromiso y dedicación. Algunas de sus historias y su labor la contaron a este diario

Autor:

Hugo García

MATANZAS.— Yuriet Estévez Gutiérrez, con apenas 34 años de edad, es el presidente del Gobierno en la Ciénaga de Zapata, además de delegado en su segundo mandato en la circunscripción 5, del consejo popular Caletón, donde residen 555 electores.

Al graduarse de licenciado en Derecho comenzó como jurídico en la Empresa Forestal del sureño enclave. Después lo promovieron como director de una de sus unidades. Y aunque soñaba con disímiles proyectos para su vida, sus condiciones éticas y el compromiso con su país lo llevaron a asumir el deber ciudadano de representar a sus vecinos.

Así llegó, primero, a desempeñarse como vicepresidente del Gobierno municipal hasta el cargo que tiene hoy, donde asegura que «lo principal es la preparación, responder muchas dudas que se ventilan como planteamientos y no esperar  las rendiciones de cuenta».

Este joven cenaguero está casado con Isis Dairis Ojeda, madre de su niño Logan, de dos años de edad. «Hay que estar más tiempo con el pueblo, tocar los problemas con las manos, no solo esperar a que te lo diga un elector, sino uno mismo palparlo en la comunidad.

«Eso puede ser beneficioso. Mi satisfacción mayor ha sido que el pueblo me eligiera para diputado a la Asamblea Nacional, que confiaran en mí a pesar de ser joven, porque a veces dicen “es muy joven para ese cargo, no tiene experiencia”.

«Mi comunidad es pesquera y un problema que incide mucho es el tema de la prohibición de la pesca con embarcaciones a motor, tiene que ser a velas o remos, y esa es una gran insatisfacción, cuando ven que en el resto del país no existe ese inconveniente.

«Ser delegado significa mucho, te obliga a ser responsable y entregarte más a la Revolución. Cuando ves que confían en ti, uno teme defraudar y por eso me esfuerzo. Te obliga a más seriedad, sacrificio y entrega.

Leydimara de la Caridad Cárdenas Isasi

«Mi sueño lo encamino hacia la labor que realizo y al final quiero cumplir con la población, no pienso en otra cosa, trato de entregarme completamente al trabajo. Desearía tener éxito en mi labor, solucionar los problemas y que la población esté satisfecha con mi gestión.

«Los cenagueros me tratan bien, por eso siempre estoy vinculado al pueblo. Mi afán es resolver los problemas del municipio, no privilegiar a mi circunscripción, sino que atiendo por igual a las 32 circunscripciones donde residen 9 994 habitantes, en comunidades alejadas, dispersas y a las cuales es difícil llegar.

«Una indisciplina recurrente que sale en todas las rendiciones es el vertimiento de desechos urbanos que obstaculizan senderos que sirven para el turismo, esos basureros son perjudiciales para el municipio, por las características de la ciénaga como Reserva de la Biosfera y Sitio Ramsar. Es un problema serio, y si no trabajamos fuerte en su solución puede incidir en la salud y en la percepción de los turistas acerca de cómo cuidamos nuestro entorno».

En mi pedacito

Desde la comunidad, pensamos Cuba, se ha convertido en la base de las reuniones de vecinos, un proceso que comenzó en los primeros días de octubre y debe concluir este mes. En ellas, conversar con varios delegados nos brinda la certeza de que existe un potencial joven capaz de enfrentar los problemas y buscarles soluciones en los barrios. Eso lo sentimos cuando dialogamos, por ejemplo, con Leydimara Cárdenas Isasi, elegida diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular por el municipio de Jovellanos.

Esta joven de solo 21 años de edad y delegada de la circunscripción 39 del consejo popular Horacio Rodríguez, constata que los principales problemas de su comunidad son las reparaciones de los edificios y sus mantenimientos constructivos, debido al deterioro propio de los años, ya que nunca se les ha dado una reparación adecuada.

«Las personas se desesperan y una tiene que pedirles tiempo, porque el plan de la economía es estricto. En los edificios las filtraciones inciden mucho. Se trata de una circunscripción con 11 edificios y más de 1 700 electores. Son personas que llevan muchos años esperando una mejora en el estado constructivo, porque están bastante deteriorados sus inmuebles.

«Cuando llego a esos edificios te juro que sufro porque tengo que volverles a decir que no están incluidos en el plan de la economía y que tienen que esperar al próximo año, es difícil esperar, hay que sobrellevar las cosas bien, pero siempre explicándoles la realidad del tema.

«No he podido vencer ese obstáculo de los edificios, pero sigo perseverante y me emociono porque mi gente no ha perdido la confianza en que sí se podrá resolver esa situación. Pensar como país, como nos pide nuestro Presidente, es eso, ponerle el pecho y enfrentar las adversidades, es responderle al pueblo con claridad y precisión.

Yuriet Estévez Gutiérrez.

«Por ejemplo, Comunales ha mejorado, pero no tiene estabilidad, ese es un planteamiento que se mantiene, también el de los viales. Si no llega el asfalto por lo menos se puede preparar un terraplén por donde se pueda caminar», nos dice la técnica en gestión económica de la Empresa Logística Azumat y estudiante de 3er. año en la Licenciatura en Contabilidad.

«Los jóvenes delegados damos la respuesta que el pueblo necesita, siendo claros, eficientes y perseverantes con las administraciones para que no se olviden de los problemas de la población. En este proceso ha sido buena la asistencia; a pesar de las dificultades la gente no pierde la fe y eso para mí es pensar como país, porque asisten a las asambleas y plantean sus inconformidades.

«Y han reafirmado el sentir patriótico como cuando obtuvimos una vez más la victoria en la ONU contra el bloqueo, durante la batalla por la liberación de Lula y contra el golpe de Estado en Bolivia. Pensar como país desde nuestra posición es atender a los electores, escucharlos y darles la respuesta, así apoyo a mi país en mi pedacito de tierra», asegura.

Una tarea difícil

Maité La O Junco, de solo 26 años de edad, desde hace dos años es la presidenta del consejo popular Versalles, con más de 17 000 electores en diez circunscripciones. Es graduada de técnico medio en radioelectrónica y estudia segundo año de la Licenciatura en Comunicación Social, en la Universidad de Matanzas.

«Los electores exponen en primer lugar su desacuerdo con el cambio de hospital y la necesidad de un cajero automático porque en el consejo no existe ningún banco. Otros problemas son las normales que existen en los barrios con los desechos sólidos, la recogida de basura, la situación con la leche que llega tarde o la calidad del pan, y le informamos a la población las causas.

«El momento más duro fue cuando tuvimos que repartir agua en pipas por las inundaciones de la tormenta subtropical Alberto, algunas personas se molestaban porque querían llenar sus cisternas y eso era imposible, porque no se podía ser egoísta. En la comunidad me respetan, no ha sido un obstáculo ser joven. Mi mandato hasta este momento ha sido bastante bueno y sueño con terminar la Universidad y continuar con esta tarea.

«Tengo un niño de cinco años, mi mamá y mi hermana son incondicionales para todo, pues a veces los problemas se presentan de noche y tienes que dejar al niño con alguien, y eso sin el apoyo de ellas sería imposible».

 

Algunos deberes  de los delegados

  • Mantener una relación permanente con sus electores, promoviendo la participación de la comunidad en la solución de sus problemas;
  • Dar a conocer a la Asamblea Municipal y a la administración de la localidad las opiniones, necesidades y dificultades que les transmitan sus electores, y trabajar en función de gestionar su solución, en lo que les corresponda;
  • Informar a los electores sobre la política que sigue la Asamblea Municipal y las medidas adoptadas en atención a sus opiniones y para la solución de las necesidades planteadas por la población o las dificultades para resolverlas;
  • Rendir cuenta periódicamente a sus electores de su gestión, conforme a lo establecido en la ley, e informar a la Asamblea, a la Comisión y al Consejo Popular a que pertenezcan sobre el cumplimiento de las tareas que les hayan sido encomendadas, cuando estos lo reclamen
  • Cualquier otro que le reconozcan la Constitución y las leyes.

Constitución de la República de Cuba

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