Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Decir y hacer a tiempo

Cerca de 6 000 asambleas de balance se han realizado como parte del proceso orgánico del 11no. Congreso de la UJC. Todo cuanto se proponga en la cita nacional saldrá de ese espacio y de las conexiones necesarias, un debate que da a todos, militantes o no, amplias posibilidades de participar

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Lo mejor de cuanto ha acontecido  es que cada una de las ideas expuestas nace de un diálogo abierto, sin formalismos ni etiquetas, pues las nuevas generaciones, ajustadas a su época, necesitan despojarse de convencionalismos sin abandonar su compromiso.

Así se pensó el 11no. Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y a más de un mes de trascurrida su convocatoria y comenzar el proceso orgánico, esa certeza parece hallar buen cauce, pues el balance de la UJC da a todos amplias posibilidades de participar, y de lograr verdaderamente una organización creativa, dinámica, rebelde.

Hasta la fecha se han realizado cerca de 6 000 reuniones, y según Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, se valoran de muy positivas. «Hemos visto en los jóvenes mucha organización, coherencia y responsabilidad para desarrollar y vincularse con este proceso. Donde hemos estado han existido debates muy profundos y se han trazado proyecciones de trabajo concretas para continuar ganando en protagonismo y liderazgo. No ha sido un espacio para asistir y ya, como algunos pudieran pensar, sino que ha sido esencial para reflexionar y analizar las preocupaciones de los jóvenes y cómo buscar soluciones juntos», precisa.

En cada asamblea se realiza un balance del trabajo desplegado por el comité de base desde el anterior congreso en 2015 hasta la fecha. «Es una vía de retroalimentación para medir qué ha dado y qué no ha dado los frutos esperados, cuánto más hace falta cambiar o consolidar».

Susely apunta que en esta etapa también se realiza la reunión de evaluación de la militancia, espacio importante para elevar la combatividad, el espíritu crítico y la actitud ejemplar ante la sociedad. Además, se desarrollan las conexiones necesarias con todos los jóvenes, militantes o no, una experiencia que mucho aportó a la preparación de nuestro anterior cónclave.

No hay esquemas, solo ideas

Para el desarrollo de esta etapa del proceso orgánico no se ha condicionado ningún modelo de lo que hay que hacer ni se han establecido esquemas «desde arriba». Según cuentan los jóvenes «solo se han establecido líneas de mensajes o aspectos que no pueden faltar», y a partir de ahí «le hemos puesto nuestra sazón y alegría, nuestra forma de ser».

Cada organización de base está llamada a diseñar su espacio según el contexto donde se desarrolla y los jóvenes que agrupa. «Que cada cual le ponga su creatividad, entusiasmo, iniciativa…, por eso hemos visto actividades con distintos matices, en diferentes lugares, y ha sido también muestra de la madurez de nuestra juventud», comenta la Primera Secretaria.

Señala que en la mira del debate, además del funcionamiento interno de la organización, han estado temas relacionados con la atención a los recién graduados, la superación profesional, el empleo, la continuidad de estudios, la recreación, la participación en la toma de decisiones y la construcción de las políticas de juventud.

«Como en nuestro anterior congreso ningún planteamiento  quedará en palabras o en saco roto. La cita de 2015 nos dio un buen método para escuchar, debatir, gestionar, discutir con quien toca, y lo más importante, volver una y otra vez a las bases. Por eso como nunca antes hemos hecho un seguimiento constante a los acuerdos, acompañados de la máxima dirección del país».

Asegura que todo cuando se proponga para la cita de 2020 saldrá de los encuentros en los comités de base y de las co-nexiones necesarias, de lo que han debatido nuestros jóvenes, pues ellos son los que tienen la realidad práctica de lo que se necesita. «Con todo ello vamos a preparar un documento base para validar lo hecho y construir, desde la más amplia participación y el consenso, un grupo de propuestas, sugerencias e ideas para analizarlas en la cita nacional.

La dirigente significó que hasta ahora cada espacio ha sido acompañado por las diversas estructuras de dirección que existen en un centro de trabajo o estudio, y que la UJC no se ha sentido sola en ningún momento. «En estos encuentros han estado muy presentes las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

«Nuestros jóvenes han tenido la posibilidad de compartir lo que hacen y eso es fundamental en los tiempos de hoy; de manera inmediata todo lo que ocurre en el espacio físico se sube a las redes sociales para que otros tengan también la posibilidad de comentar, de reflexionar… y de esa forma se han generado nuevos debates a los que hemos dado seguimiento para trazar nuestras prioridades de trabajo».

Apunta que este proceso está llamado a aportar valiosas herramientas y mejores posibilidades para el trabajo con todo el universo de jóvenes, en especial con los que no están en las filas de la UJC, pero a quienes esta tiene la misión, el compromiso y el reto de llegar, atender y representar.

«En todos estos meses seguirá existiendo tiempo y espacio para escuchar sus inquietudes, valoraciones y sugerencias; pero también será ocasión para hablarles y multiplicar su voluntad de hacer y el compromiso de defender la Revolución. Como enseñó Martí, hacer es la mejor manera de decir, y decir es hacer cuando se dice a tiempo».

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.