SANCTI SPĺRITUS.— Una actuación integral con acciones de adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático en las zonas más vulnerables se ha puesto en práctica aquí para dar cumplimiento a la Tarea Vida.
De acuerdo con la información ofrecida en el Consejo de la Administración Provincial (CAP) en Sancti Spíritus, se han realizado alrededor de 140 acciones, principalmente en los asentamientos costeros con afectación total o parcial debido al ascenso permanente del mar en las comunidades espirituanas de Tunas de Zaza, Médano y la trinitaria de Casilda; así como en áreas para el cultivo del arroz, pertenecientes a La Sierpe, donde sufren salinidad los suelos y los acuíferos, así como es frecuente la penetración del mar.
Entre las medidas ejecutadas se distinguen la prohibición de la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos costeros amenazados y la búsqueda de una nueva área para ubicar a las poblaciones de Tunas de Zaza y Médano, sin que pierdan sus costumbres, sobre todo en los oficios tradicionales que protagonizan.
Por su parte, en la zona donde tiene sus tierras la Empresa Agroindustrial Sur del Jíbaro se enfrenta la salinización con la introducción de nuevas variedades de arroz de mejor tolerancia y adaptabilidad a esas condiciones, además de garantizar altos rendimientos; se les han dado mantenimiento a varios kilómetros de canales y obras de fábrica para un mejor manejo del agua con fines productivos y se han nivelado los suelos con equipamiento de tecnología láser, con el fin de incrementar la eficiencia de los sistemas de riego superficial.
Mientras que la península Ancón, considerada la mejor playa del sur de Cuba, fue objeto de un estudio, que partió de la premisa de que se pierde un metro al año de arena por erosión, por lo que se propone la búsqueda de cuencas arenosas para vertir a mediano plazo ese recurso natural en la zona y se rehabilita con medidas antierosivas frente al hotel Ancón y se restaura la vegetación típica en toda el área.
La Tarea Vida es un Plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático, aprobado por el Consejo de Ministros el 25 de abril de 2017 y que exige el cumplimiento sistemático de acciones propias en cada localidad, según las particularidades de las mismas.