En Cuba se incentiva el interés por la lectura desde edades tempranas Autor: Roberto Suárez Publicado: 04/02/2019 | 11:03 pm
En un mundo en el que escuchamos decir —y corroboramos— que es más el número de pantallas que miramos que el de libros leídos, Cuba se mantiene fiel a la iniciativa de desplegar una fiesta literaria cada año con alcance nacional y con una importante presencia de otras naciones.
Claro que no es el único país que reivindica la urgencia de estimular el hábito de lectura con eventos de este tipo, al que se suman escritores, diseñadores, traductores, ilustradores, distribuidores y público en general. Sin embargo, el empeño que arriba a sus 28 años en este 2019 —sin olvidar lo que sucede durante todo el año en pos de promocionar la literatura— es extraordinariamente loable porque las limitaciones económicas matizan lo que, sin duda, es un acto de enriquecimiento espiritual.
Como expresara Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, Cuba se toma muy en serio la cultura de su pueblo. No es que no importe que una tonelada de papel bond le cueste al país 1 300 dólares y no alrededor de 600, como a otras naciones, sino que, a pesar de ello, sigue siendo interés que las personas lean, se cultiven, crezcan desde la sabiduría y sea motivo de júbilo que acudan tantas personas a la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, sede principal de la Feria Internacional del Libro (FIL).
Dedicada a la República Democrática y Popular de Argelia y a Eduardo Heras León, premio nacional de Edición (2001) y de Literatura (2014), la 28 FIL, que tendrá lugar en la capital del 7 al 17 de febrero, se extenderá más allá de La Cabaña a otras subsedes, para luego recorrer todas las provincias del país hasta culminar el 14 de abril en Santiago de Cuba.