NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— «Las federadas debemos tener claro las misiones cuando tocamos a las puertas de las familias, a qué las vamos a convocar, cómo lo vamos a hacer y sobre todo, para qué los estamos sumando», afirmó aquí Teresa María Amarelle Boué, miembro del Buró Político y secretaria general del Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), durante el balance municipal de esa organización, proceso que antecede su 10mo. Congreso, prevista para marzo de 2019.
«Solo así transformaremos conductas, aportaremos soluciones y demostramos, de verdad, la unidad de las mujeres cubanas en torno a la Revolución», dijo al tiempo que subrayó que no solo se debe trabajar con los problemas, «los ejemplos positivos en las comunidades sirven para trabajar la prevención y no siempre los tenemos en cuenta para nuestro trabajo», precisó.
Asimismo, las participantes coincidieron en que todavía no se aprovechan al máximo todas las potencialidades del entorno social donde actúa la organización para educar, comprometer y aportar en aras de «tocar» los sentimientos más genuinos de las personas, fundamentalmente con las nuevas generaciones, blanco hoy de las continuas agresiones culturales de los enemigos de Cuba.
En esa cuerda, la federada Merialis Garrido Correa, sugirió un mayor acercamiento a las instituciones laborales y educacionales del radio de acción de las organizaciones en la base, «ahí es donde nuestros hijos y vecinos conviven la mayor parte del tiempo y eso lo convierte en un escenario idóneo para el trabajo político y social con los jóvenes», expresó.
Otra opción favorecedora para consolidar los valores intrínsecos al sistema social cubano vino de la experiencia de Marcia Durán Guerra, joven federada que decidió ingresar al Servicio Militar Voluntario Femenino, «donde no solo nos tratan bien, sino que se tienen todas las condiciones de vida y de aprendizaje que nos prepara como mujeres para el futuro», comentó.
Temas como la cotización, la participación ahora de las federadas en las redes sociales para dar a conocer la verdad de Cuba y del territorio, la calidad y sistematicidad de los talleres, conversatorios y otras actividades que ese realizan en los barrios, tuvieron espacio en el debate en aras de perfeccionar el funcionamiento.
Ernesto Reynoso Piñera, primer secretario del Comité Municipal del Partido, destacó la capacidad de la mujer cubana, y es especial de la pinera, para organizar las tareas e incorporarse a las labores económicas y sociales del territorio, así como para dirigir los procesos.
Datos ofrecidos por el directivo revelan que en Isla de la Juventud, la mujer representa el 51, 3 por ciento de incorporación al trabajo, el 53, 3 en labores de administración, el 58, 3 en los servicios; el 65 se ubica en el sector técnico y profesional y el 23, 4 está en el campo como campesina, de esta última, el 65 son dirigentes de cooperativas agropecuarias.
De igual modo, las convocó «a continuar trabajando desde la unidad para lograr mayor eficiencia en su encargo social y mantener el alto los valores revolucionarios que hacen que la familia cubana desempeñe un rol vital en la defensa, desarrollo y continuidad de nuestro socialismo», acotó.
Durante el encuentro se conoció que la delegación pinera al 10mo. Congreso de la FMC es la primera en constituirse en el país. Las federadas Gloria Redó Candó, Eva Blanco Rodríguez, Niuris Figueroa Martínez e Ivonne Guerra Ramírez, esta última secretaria general en funciones en Isla de la Juventud, merecieron la aprobación de sus compañeras para representar a este territorio insular en el cónclave.
«Agradecemos la confianza que depositan en nosotras y llevaremos al evento los resultados y realidades del trabajo de la mujer en Isla de la Juventud y «beberemos» de las experiencias de otros territorios a fin de mejorar nuestro quehacer y eficiencia en la organización», dijo Guerra Ramírez.
Previo a la selección y aprobación de la delegación local, las federadas pineras debatieron sobre cómo mejorar el funcionamiento de la organización, buscar formas novedosas y atractivas para convocar a las mujeres cubanas y a sus familias —en especial a los jóvenes— y otros temas relacionados con su función en la comunidad.