La historia, el arte y la ciencia se unen para celebrar los 325 de la ciudad. Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 11/10/2018 | 09:05 pm
Matanzas.— Cada ómnibus urbano lleva como rótulo el número 325. Algunos con mucho colorido muestran el eslogan Matanzas para ti. Y es que la ciudad cambió para bien. Muchos escépticos han quedado en el camino, como el propio polvo que desde hace meses se respira en todo el centro histórico. La impronta constructiva se ha ganado por derecho propio los elogios pertinentes.
Muchos se preguntan, a la luz de lo engorroso de restaurar o colocar los cientos de adoquines frente al Sauto, Calle del Medio y la Plaza de la Vigía, cómo lo hicieron nuestros predecesores en el pasado, cuando no existían martillos compresores, ni taladros ni sierras eléctricos, en fin, cuando todo era manual.
«Las calles de adoquines nos dan la medida de lo curioso y minuciosos que eran los artesanos y constructores de aquella época, que trabajaban apenas con cinceles y martillos», describe Alberto Pablo Medina Ramírez, ayudante de albañil, mientras prepara una pequeña zanja alrededor de la línea de los antiguos tranvías para iluminarla con tecnología LED.
Liosvany Medina Molina, albañil restaurador de una brigada del Fondo Cubano de Bienes Culturales, confiesa que nunca había trabajado en la colocación de adoquines y considera compleja esta labor, toda vez que deben quedar parejos y con estética.
Mientras, Leonel Pérez Orozco, director de la Oficina del Conservador de la ciudad, recorre junto a un equipo de este diario las principales obras del centro histórico, a propósito del cumpleaños 325 de la Atenas de Cuba, este 12 de octubre.
«Sabía que me enfrentaba casi a una labor titánica, pero no me asustaba el trabajo, aunque tenía temores de cómo podía enfrentar la tarea, por eso junté a mi gente, comencé el trabajo y se inició el plan maestro», nos dice Orozco.
La oficina está integrada por 23 personas, todos de un amor tremendo por la ciudad, que han demostrado a través de los años que tienen interés en que Matanzas sea una gran ciudad y de rescatarla.
«Esto ha provocado que la oficina tenga una gran cantidad de personas que apoyan y gracias a ellos se hizo el plan maestro, que marcha perfectamente hacia la restauración de la ciudad. El plan maestro es una herramienta que le hemos entregado al Partido y el Gobierno de la provincia para la rehabilitación verdaderamente científica y realista de un centro histórico, como se trabaja en las demás ciudades patrimoniales de Cuba; además, hemos tenido un apoyo incondicional de Eusebio Leal, de las demás ciudades patrimoniales del país, de plan maestro de la Oficina del Historiador de La Habana, que han estado codo a codo junto a nosotros en la formación del plan maestro, en la orientación a la oficina matancera, en cómo trabajar las políticas de restauración en el centro histórico», refiere Orozco.
Destacó el apoyo que el Gobierno y el Partido de la provincia han dado en todo momento, al estar presentes en todas las decisiones y orientado el trabajo de la restauración del plan 325 de la ciudad, a partir de nuestras ideas.
Recalcó que los matanceros deben sentirse orgullosos de la unidad de todos los que tienen que ver con el patrimonio de la ciudad, como Planificación Física, Patrimonio y sitios históricos, la Universidad de Matanzas en el rescate de las tesis de diploma, Ingeniería del tráfico, el Minint, Cultura, Citma y muchos otros organismos.
Se logró la concentración del plan 325 a partir de un punto fundacional, la Plaza de la Vigía, y desde ahí se expandió la rehabilitación.
Bielka Cantillo, directora del Centro provincial de Patrimonio Cultural, significó lo que representa rescatar con la calidad que se ha hecho las edificaciones, monumentos y calles de la ciudad.
Se ha restaurado el Teatro Sauto, el otrora Palacio de justicia, hoy Oficina del conservador; los museos provincial Palacio de Junco y el de bomberos, el área pública, el Monumento al Soldado mambí desconocido, y el vial de la Plaza de la Vigía, que quedó conectada a la Calle del Medio formando un corredor peatonal que une las plazas públicas como la plazoleta de la Catedral, y la de Armas o Parque de la Libertad, este último con nuevos aires tras una capital restauración.
«La intervención en la calle del medio era importante. Se hizo toda la restructuración de las redes de una calle (Etecsa, OBE, acueducto, alcantarillado), se soterró, se trabajó en las fachadas con carpintería original, las rejas y reordenando las aceras y espacios públicos y los usos de los edificios, y se dejó expuesto el adoquín, nuestro primer pavimento de 1872, en perfecto estado de conservación, se cambiaron las aceras por granito integral lavado que se asemeja al adoquín y armoniza con el entorno», explica Orozco.
Tanto Yoel Armeteros Franceda, carpintero encofrador, como Wilber Rosales Veliz, ayudante de la construcción, de la Ecoa 36 del contingente Lenin, exaltan la complejidad de la restauración de la Calle del Medio, al tener que soterrar todas las redes, colocar y emparejar adoquines, y conservar fachadas.
Anneris Cánovas, exintegrante de Anacaonas y vecina de la Calle del Medio, señala que el entorno está muy bonito «en consonancia con lo que Matanzas ha aportado a Cuba en su crisol de nación y eso es un orgullo para todos nosotros».
Este año son dos cuadras, en el 2019 dos más y en el 2020 se completarán las siete cuadras, trabajo muy completo. Tuvimos que lidiar con la historia, qué preservar, cómo restaurar la calle como era en el siglo XIX con las prestaciones de hoy, tuvimos que hablar con los vecinos, comenta Orozco.
Jorge Canito, vecino de la Calle del Medio, relata que su vivienda es clásica, patrimonial, en peligro de derrumbe, e ilustra que además de la conservación de la fachada, el techo de la sala que estaba en riesgo de caerse fue intervenido con una placa: «Siempre las autoridades de la ciudad junto al conservador se han reunido con nosotros para explicar las ideas del plan 325 y eso ha sido positivo».
El paseo de Narváez es único en Cuba, con un malecón al lado del río San Juan, con edificios del siglo XIX, y en el mismo se pusieron los bancos, se sembró la vegetación, se restauraron los garajes, y tendrá salas 3D, galerías, café, pizzerías, y múltiples proyectos culturales. «Tengo mi taller de artes plásticas en Narváez y estoy feliz de todo cuanto se hace por la ciudad», precisa el artista José Alberto Mederos.
En la sede de la Oficina del Conservador estará la maqueta de la ciudad y una galería de arte del patrimonio. Se trabaja en el edificio de la escuela de oficios, proyecto aprobado por el Ministerio de Educación, una escuela taller que pertenece a la oficina, pero se rige por el plan de educación nacional, en la que se forman a los futuros restauradores de la ciudad, en especialidades como albañilería, cristalería, hojalatería, carpintería, herrería, yesería, oficios ya perdidos en muchos casos y que hoy se rescatan en estas escuelas.
Se construyó un área nueva de parqueo, se concluyó el vial Cuní para conectar el barrio de Pueblo Nuevo, y las calles Daoiz y Manzano se arreglaron para aliviar el tráfico.
El Plan Maestro orientó hacer hoteles de ciudad, para atraer el turismo especializado en patrimonio, entre ellos el Louvre, con más de 30 habitaciones, el hotel Yara, un hostal, y el hotel Plaza de la Vigía.
Otra obra es la iglesia fundacional de la ciudad, con pasarelas y piezas arqueológicas en lo que se convertirá en la Sala museo fundacional de la ciudad de Matanzas.
«La mayor satisfacción es ver cumplir en los plazos previstos la revolución constructiva que tiene la ciudad en estos momentos, y que vamos a cumplir, que vamos a tener un 325 por todo lo alto, con una ciudad restaurada en su primer núcleo fundacional, pero aclaro que el 325 no es la meta, sino apenas el punto de partida al cual hay que llegar para continuar la restauración y convertir a Matanzas en una de las más importantes urbes del país», insiste Orozco.
Entre el polvo de varias obras andamos sin contrariedad, felices de que Matanzas sea venerada como se merece, no solo para ti, como reza el eslogan, sino para todos.
Matanzas recupera su belleza.Fotos: Maykel Espinosa