Lo que bien comienza, bien termina

Hoy es día de fiesta nacional. El inicio del curso escolar. Así señaló a la prensa el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al concluir un recorrido por centros educacionales y sociales del Centro Histórico de La Habana, luego de asistir al Acto nacional por el Inicio del curso escolar 2018-2019, efectuado en la escuela primaria Rafael María de Mendive, donde estudió Martí.

«Una de las bondades de la Revolución, una de las expresiones que ratifica su voluntad de justicia social, es que en Cuba todos los años, los primeros días de septiembre, no queda ningún niño sin aula, sin escuela, sin maestro. Y todos los años, cuando la gente se convoca por sí misma a la apertura del curso, tenemos sorpresa», sentenció.

Hoy —ejemplificó el mandatario— hemos vivido muchas emociones al inaugurarse y ver restaurado, «y más que restaurado, el ser devuelto como colegio, el recinto donde estuvo el colegio San Pablo, emblemáticamente dirigido por Mendive; un colegio que formó cubanos ilustres, que formó patriotas y que formó revolucionarios, y donde se formó Martí. Eso es muy enaltecedor».

Díaz-Canel resaltó las condiciones con que se inauguró la escuela. «Son paradigmáticas. Si eso se apoya con un trabajo docente, con un trabajo educativo, con una formación integral, es un magnífico escenario para seguir formando patriotas y para seguir formando nuevos ciudadanos. Aquí está presente Martí y está presente Fidel».

El Jefe de Estado abundó también sobre el concepto «escuela museo», una noción que sin dudas ha traído a colación la Rafael María de Mendive, por la exquisita rehabilitación del edificio, por devolvérsele su función social iniciática, y por el patrimonio espiritual que revela.

Hay muchas escuelas en Cuba que están en lugares muy vinculados a la historia de cada territorio, donde podemos desarrollar este concepto de escuela-museo; o sea, que no se convierta en una escuela solo para los estudiantes del colegio, sino en una escuela de referencia, dijo.

«Le comentaba a Eusebio (Leal), que también la historia de Cuba se puede contar con la historia de la pedagogía cubana. En cada época de la historia la pedagogía cubana ha estado muy presente en nuestras luchas».

«Es muy significativo, como destacaba Eusebio en su discurso (en la apertura de la primaria Mendive), que en el año en que vamos a conmemorar el 150 aniversario del inicio de las Guerras de Independencia, de nuestras luchas, esté materializado este proyecto paradigmático, que tiene que ver con la formación de ciudadanos revolucionarios, que aportan a su pueblo».

Este es un curso —agregó más adelante— en el cual tenemos muchos desafíos. Por una parte, en el sistema de enseñanza general hay que seguir profundizando en el proceso de perfeccionamiento que estamos viviendo; y por otra hay que seguir ajustando los procesos de integración en la Educación Superior. Además, se iniciará con el curso escolar el debate del Proyecto de la Constitución en todo el sector educacional.

Otro reto de este año lectivo —señaló— es la apertura de la modalidad universitaria de cursos de técnicos de nivel superior, que no es el técnico medio. Es esta otra fórmula, otra modalidad de la enseñanza universitaria, la de ciclo corto.

«Es una experiencia que desde el inicio hay que aportarle, para que sea fructífera; que ayude también a una recalificación de la fuerza de trabajo calificada en menos tiempo a partir de la demanda de trabajadores calificados en el país».

Según el dicho, comentaba el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, «lo que bien comienza, bien termina. Este curso ha comenzado bien y va a terminar bien.

«Con esto no quiero negar ni soslayar que tenemos problemas materiales, que todas las escuelas no están como esa que quisiéramos fuera el ejemplo (la Mendive), pero todo eso se atenúa con el esfuerzo de miles de maestros en las aulas, del resto de los trabajadores docentes y de apoyo, y de las instituciones de gobierno vinculadas a la educación».

Al concluir su diálogo con la prensa, Díaz-Canel subrayó que era «un día feliz para todos los cubanos y es también una lección de lo que puede hacer un país con pocos recursos, pero con mucha voluntad social».

Andando la Habana

Tras concluir el Acto nacional por el Inicio del curso escolar 2018-2019, realizado en el centro educativo Rafael María de Mendive, el Jefe de Estado visitó la escuela primaria Camilo Cienfuegos, donde conversó con personal docente y observó una clase demostrativa para las niñas y los niños más pequeños.

La obra se inscribe dentro del esplendor que por día adquiere La Habana, en especial su parte histórica, para conmemorar el medio milenio de fundada y donde el ser humano es centro.

El mandatario conoció los detalles de lo hecho y lo por hacer en voz de la persona más autorizada para ello, Eusebio Leal Spengler, nuestro Historiador de la Ciudad. También en la misma calle, San Ignacio, recorrió las viviendas protegidas para la tercera edad, un espacio rehabilitado y acondicionado para esta nueva función.

La estancia del mandatario le permitió departir con las ancianas que lo esperaban, aunque una se quejó de que la visita no fuera más larga, pues quería invitarlo a almorzar, y otra estaba lista para «echar una partidita de dominó» con él.

Al doblar la esquina, en Lamparilla No. 65, Díaz-Canel inspeccionó el edificio multifamiliar que allí se alista, el que dará cobijo a 32 familias y dispondrá, en medio del escenario arquitectónico sin par de La Habana Vieja, de los servicios que la vida moderna exige.