20
La Cámara de Comercio en el día a día. Odalys Seijó durante un foro de negocios en el Hotel Nacional. Autor: ACN Publicado: 30/10/2017 | 10:11 pm
La Feria Internacional de La Habana (Fihav) es uno de los escenarios básicos para que el inversionista extranjero conozca Cuba y todo lo relacionado con el establecimiento de negocios aquí. Cada día, empero, las entidades cubanas especializadas se dedican a atender estos intereses.
La Cámara de Comercio de la República de Cuba está abierta para ese día a día. JR conversa con Odalys Seijó, vicepresidenta de la institución, sobre el trabajo en la promoción y captación de la inversión extranjera, y la exportación de productos y servicios de nuestro país.
—¿Más allá de los grandes momentos, como Fihav, las mujeres y hombres de negocios extranjeros están «tocando» con asiduidad «las puertas» de la Cámara de Comercio?
—Durante sus 55 años de creada, la Cámara de Comercio ha sido testigo de primera línea de las políticas comerciales y de los trascendentales cambios en el comercio exterior cubano: cuando el bloqueo norteamericano obligó a reorientarlo hacia el campo socialista a principios de los años 60, y cuando la desaparición de este en los 90.
«En todos los momentos de estas más de cinco décadas, la Cámara de Comercio siempre ha tenido sus puertas abiertas al empresariado extranjero, que acude tanto a la sede central como a nuestras cuatro delegaciones territoriales en Santa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba, en busca de asesoramiento jurídico, información técnica comercial, contactos empresariales, participación en ferias, exposiciones y eventos empresariales, arbitraje comercial. Y ahora, con la era de internet, las consultas se han incrementado considerablemente.
«Las cámaras de comercio en el mundo son instituciones bien reconocidas y de prestigio, por lo que es común que un empresario interesado en comerciar con Cuba toque nuestras puertas para entrar a este mercado».
—¿Qué buscan los inversionistas extranjeros?
—En primer lugar, información sobre el país, su legislación, la competencia, la organización y técnica del mercado, y las oportunidades de negocios, entre otros aspectos importantes.
«A partir de la promulgación de la Ley 118, de la Inversión Extranjera, y el encargo a la Cámara de Comercio de la promoción de esta, constituimos el Grupo de promoción de inversiones, que brinda información sobre las oportunidades de negocios inscritas en la Cartera de oportunidades, que anualmente se actualiza y publica, y canaliza con las empresas cubanas otros proyectos de interés del capital foráneo».
—¿Qué le falta aún a la Cámara de Comercio para satisfacer los requerimientos de quienes están interesados en hacer negocios aquí y buscan contactarlos?
—La actividad de promoción de la inversión extranjera, con los conceptos actuales, es relativamente nueva en nuestra Cámara. Estudiamos las experiencias de otras y de las agencias de promoción de inversiones en países exitosos en el tema, para aplicarlas aquí, adaptadas a nuestro contexto.
«Un ejemplo es el Foro de Inversiones. Ya en Fihav 2016 se celebró el primero, con paneles sectoriales y agendas bilaterales de negocios. Ahora se inaugura el segundo y se presenta la Cartera de oportunidades de la inversión extranjera 2017-2018, que cuenta con una cifra superior de proyectos en relación con la anterior, implica una cantidad de capital superior, y tiene un basamento novedoso, con los sectores económicos prioritarios y los ejes estratégicos de las proyecciones de desarrollo hasta 2030».
—El General de Ejército Raúl Castro Ruz ha criticado la gestión en la captación de inversión extranjera. Según sus conversaciones, su apreciación, ¿qué impacto pudieron haber tenido estas palabras en los inversionistas extranjeros?
—En mi opinión, cuando un empresario foráneo escucha al Presidente de un país referirse, como lo hizo el General de Ejército en el Parlamento, a la marcha de un proceso como el de la inversión en Cuba, no puede menos que constatar que no se trata de una política coyuntural, emergente o improvisada, sino que se trata de una política de cardinal importancia para el desarrollo del país a largo plazo. No en vano la inversión extranjera se encuentra entre los principales documentos rectores socioeconómicos del país hasta el año 2030. Eso es una garantía más para el inversionista extranjero.
—¿Habría hoy una mejoría en las gestiones de captación de inversión extranjera, como, por ejemplo, mayor rapidez en los procesos de negociación y aprobación?
—El proceso de la inversión extranjera en Cuba, aunque no es nuevo, sí se está llevando a cabo bajo nuevos conceptos, para evitar los errores cometidos en otros países y en Cuba en años atrás.
«Esto no justifica demoras en la negociación y aprobación de algunos proyectos, que entre otros aspectos están dadas por la aún insuficiente preparación del personal y los expedientes, o por baja rigurosidad en los estudios de factibilidad, entre otros. La práctica ha demostrado que los proyectos bien presentados son aprobados en los términos establecidos. Y el empresariado cubano parte en estos negocios, debe continuar preparándose en materia de inversión, en todo lo legislado, así como en las políticas en esta materia».
—La promoción de exportaciones es fundamental para colocar los productos en el mercado internacional. ¿Cuánto se ha avanzando en este sentido?
—Al igual que en las inversiones, la Cámara es un pilar importante en la promoción de las exportaciones, por ser nuestra razón de ser. Anualmente acompañamos a nuestras empresas asociadas para la participación en ferias, exposiciones y misiones comerciales en mercados extranjeros, donde cuentan con asesoramiento e información para exportar sus productos.
«La Cámara también pone en contacto a sus asociados de todo el país con cientos de empresarios extranjeros que nos visitan a través de las ferias, delegaciones comerciales y en forma individual. Sin embargo, nuestras empresas productoras aún necesitan elevar su competitividad para posicionar sus bienes y servicios en los mercados extranjeros, y superar obstáculos como el envase y el embalaje, la publicidad, etc.».
—¿Están preparados nuestros empresarios para desenvolverse con éxito en estos intercambios?
—Como le refería anteriormente, el dinamismo que nos está exigiendo el país en el incremento de las exportaciones y concreción de proyectos de inversiones extranjeras pasa en buena medida por la preparación adecuada del empresario cubano, desde el productor en la base, el comercial de la empresa o el negociador de una inversión.
—¿Cuba sigue siendo una plaza atractiva para la inversión extranjera? ¿Por qué?
—Serían innumerables las ventajas que podría relacionar, pero me atrevería a mencionar las básicas que busca cualquier inversionista para poner su dinero:
«•Un favorable ambiente de negocios propiciado con la aprobación de la Ley No. 118 y sus normas complementarias.
«•Incentivos fiscales a los que se suman otras ventajas que invitan a los inversionistas extranjeros a seleccionar a Cuba como plaza de inversión, entre estas: la identificación de oportunidades de inversión con capital extranjero que permiten el acceso al mercado cubano.
«•Estabilidad política, social y jurídica.
«•Ubicación geográfica en el centro de un mercado en expansión y apertura de la Zona Especial de Desarrollo Mariel con nuevos incentivos tributarios.
«•Clima de seguridad para el personal extranjero.
«•Mano de obra altamente calificada.
«•Existencia de acuerdos internacionales con asociaciones de América Latina, la Unión Europea y la Organización Mundial del Comercio.
«•Disponibilidad de importantes recursos naturales.
«•Infraestructura básica con redes de comunicaciones que incluyen más de 20 aeropuertos y comunicación ferroviaria y vial; puertos adaptados para el atraque de buques de gran calado y más del 95 por ciento del territorio electrificado».
