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El libro En cada latido del combate, sobre Juan Manuel Márquez, escrito por su hija Alba Márquez Rodríguez y publicado por la Casa Editora Abril, fue presentado este jueves en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado como homenaje al valeroso revolucionario, quien cayó 13 días después del desembarco del yate Granma, hace 60 años.
Nacido en 1915 en Marianao, luchó contra las tiranías de Gerardo Machado y de Fulgencio Batista. A inicios de la década de 1930 participó en la lucha del Ala Izquierda Estudiantil y fue incansable desde las filas del Partido Ortodoxo y el diario marianense El Sol. Por redactar y distribuir proclamas revolucionarias fue detenido en 1932 y se convirtió en el preso político más joven del país.
Ante las protestas populares fue liberado. Repudió el golpe del 10 de marzo, y el 4 de junio de 1955 fue torturado en la 17ma. Estación de Policía. Fidel lo visitó cuando estaba ingresado y allí surgió su compromiso definitivo con el Movimiento 26 de Julio y pasó a integrar sus filas. Creó clubes patrióticos en Estados Unidos y participó en los entrenamientos en México, donde el Comandante lo nombró su lugarteniente.
Luego de la dispersión de los 82 expedicionarios tras la sorpresa de Alegría de Pío, Juan Manuel se pierde solo y un campesino lo encuentra exhausto en un cañaveral. Pronto es delatado a los soldados de la tiranía y lo capturan. Un sargento le pregunta a qué había venido y él responde: «A defender una causa justa». Más tarde es interrogado y lo montan en un vehículo. Dicen que lo llevan hacia Niquero, pero siguen hacia Manzanillo. Al mediodía del 15 de diciembre, los militares se desvían por una guardarraya que atraviesa la finca La Norma, donde es golpeado brutalmente y allí lo dejan, dado por muerto. A eso de las siete de la noche regresan a enterrarlo. Al ver que vive, lo rematan con dos disparos en la cabeza y lo entierran en un hueco hecho con premura.
