En las áreas de picnic se podrá disfrutar de asados y otras opciones gastronómicas. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:14 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Llegamos y estuvimos a punto de no irnos. Y es que el Parque de los Sueños, un megaproyecto que estrenará Santiago este verano, conduce, sin bostezos, a la curiosidad y a la sorpresa.
El asombro no nace por los leones, ni por la añeja Marcia, nacida del cruce de una cebra y un asno. Tampoco por Magaly, la chimpancé que se roba el show entre los 802 «personajes» faunísticos de 72 especies.
Nace por tantas obras arregladas y levantadas en los últimos ocho meses dentro de la instalación, diseñada no solo para los niños sino para toda la familia santiaguera.
¿Cómo no impresionarse al comprobar que en ese lugar se mezclan desde áreas dedicadas al picnic, un centro de alta tecnología con conexión a internet, un recinto para el teatro guiñol, una sala de proyección de videos en 3D... hasta una piscina deslumbrante? ¿Cómo dejar de admirar el hecho de que no solo se reparó lo existente sino que, además, surgieron más de 60 «piezas» nuevas?
En realidad, se trata de la conjugación de dos parques cercanos: el Zoológico y el 26 de Julio, históricamente llamado de Diversiones. Ambos mantendrán direcciones independientes, pero se complementarán en sus propósitos recreativos y estarán unidos por un sendero recién construido, que atraviesa un tercer parque: el histórico San Juan.
«Los santiagueros siempre quisimos un lugar para ir en familia, desde el niñito hasta el abuelo, y eso parece que se va a dar ahora», comenta Yoenia Castellanos, de 42 años.
Esas expectativas están diseminadas entre miles de indómitos. Por eso el reto que se avecina es inmenso.
Renacidos de un huracán
Lleva varias semanas moldeando troncos, muchos de los cuales son frutos del paso furioso del huracán Sandy. Se nombra Roberto Fabré Isaac y vino desde Bayamo, Granma, a «construir» animales para que el parque tuviera un atractivo adicional.
«Son diez piezas que recrean especies que no están, en su mayoría, en el Zoológico: un canguro, una jirafa, un elefante... esto será mi contribución a los 500 años de la ciudad», dice el artista, nacido en las montañas de Minas de Frío, en el actual municipio de Bartolomé Masó.
«El trabajo es arduo, pero reconfortante. Ya empieza a llamar la atención», expone este hombre de 39 años.
La directora general del Zoológico, Kenia Ortiz Reyes, expresa que muchos otros, como los trabajadores de Aguas Santiago, han ayudado a la transformación del parque.
«Ellos lograron canalizar las aguas pluviales de la cuenca del río San Juan, que atravesaban parte del Zoológico y originaban un problema ambiental y una molestia para los visitantes. Creo que ha sido la obra más difícil de todas», explica.
Entre las novedades, Ortiz considera que la Casa de la Mascota, en la que se prevén servicios de peluquería y corte de uñas a los animales, será uno de los locales más atrayentes, aunque reconoce que la pajarera (expondrá y venderá aves), la Casa del Café (donde se triturará el grano en un pilón) o la del Campesino (expenderá comida criolla) también seducirán a los clientes.
Una verdadera prueba significará el estreno de las áreas para picnic, en las que las familias disfrutarían de asados de cerdo o pollo, líquidos refrigerados en termos y otras opciones gastronómicas. Será una prueba porque requerirá mantener los cárnicos en caso de alta demanda y porque todo lo nuevo requiere constancia.
¿Cómo cuidar los sueños?
Ese último concepto, el de la constancia, será aplicable a todo el Parque de los Sueños. No es fácil, por ejemplo, mantener 16 quioscos con distintos tipos de alimentos ligeros, varios restaurantes, una pizzería, una heladería...
Eso lo sabe bien Ramón Melgares Suárez, principal responsable del parque 26 de Julio. Por eso señala que la Empresa provincial de Alojamiento y Recreación Baconao deberá trabajar sin baches para garantizar las ofertas gastronómicas. «Al menos en este verano será fuerte, hay mucha expectación».
La tarea también desafía a organismos como la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), encargada de abastecer la Casa del Café, la del Campesino y otros locales que brindarán servicios a miles de personas diariamente.
Pero no todo radica en lo comestible. En el parque funcionarán 19 equipos eléctricos, 13 medios inflables, un área de equitación, la Casa del juguete, un gimnasio biosaludable, un combinado deportivo para practicar béisbol infantil, voleibol, baloncesto y fútbol, una majestuosa piscina..., y más.
Precisamente la alberca es uno de los hechizos principales, por su diseño, que incluye hasta una cascada. «Aportaron muchos constructores, de manera especial los de Aguas Turquino, que han trabajado día y noche», apunta Melgares.
Todo eso deberán mantenerlo los trabajadores, pero, especialmente, las personas de todas las edades que lleguen a este lugar fabuloso. No siempre existe una conciencia colectiva para preservar lo que costó sudor, sacrificios, gestiones y apremios. De modo que se ha de seguir insistiendo en la vigilancia ciudadana.
Kenia Ortiz, la directora del Zoo, piensa, por ejemplo, que es imprescindible ganar en cultura del cuidado de los animales. «No faltan los que acuden al maltrato físico o los que arrojan cualquier cosa a las jaulas», admite.
Por coincidencia, en nuestro recorrido por el Parque de los Sueños nos encontramos con el primer secretario del Partido en Santiago de Cuba, Lázaro Expósito Canto, acompañado de otros dirigentes del territorio.
Meticuloso como siempre, Lázaro chequeaba cada detalle y exigía respetuosa, pero firmemente. Antes de marcharse nos subrayaba una clave para que las ilusiones no se desinflen y se mantengan como realidades palpables: «Fue difícil llegar a estos sueños en el parque, lo esencial a partir de ahora será cuidarlos y hacerlos eternos».