Grietas reportadas en una edificación de mampostería. Al parecer son debilidades pre-existentes en las paredes, que fueron reabiertas con el movimiento telúrico en una pared de mampostería. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 21/09/2017 | 06:09 pm
Camagüey.— En la terminal de ómnibus de Sibanicú, municipio ubicado al norte—nordeste de esta provincia, justo cuando el reloj marcaba las 3:03 de la madrugada del pasado 1ro de marzo, una trabajadora de esa institución observó atónita cómo las ventanas de cristal y los barrotes de cabilla comenzaron a vibrar.
El muy poco frecuente pasaje se describe con exactitud en el Boletín Especial no2, emitido por el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), radicado en Santiago de Cuba. El documento muestra además el material Estudio sobre la sismicidad registrada los días 1ro y 17 de marzo, del 2015, en la zona de Sibanicú—Cascorro, de la provincia de Camagüey.
Realización de encuestas que corroboran la intensidad del evento sísmico. Foto: Yahilí Hernández Porto.
Varias historias son narradas en el referido texto. Se destaca el caso de un morador que se despertó muy alarmado y hasta creyó que había alguien debajo de su cama. Por su parte, los vecinos de Ojo de Agua, pueblo ubicado a nueve kilómetros al norte de Sibanicú, en dirección a la cercana comunidad de Oriente Rebelde, además de percibir el temblor y el crujir de las vigas de sus casas, sintieron primeramente un trueno.
En esta construcción del sistema Sandino se reporta la vibración de las rejas y el movimiento del piso. Foto: Yahilí Hernández Porto.
En El Zanjón, otro pueblito vecino —relata el documento—, los perros se pusieron muy inquietos, y en la tienda de víveres de este caserío, mientras se estremecían las rejas de hierro, desde el piso en movimiento se escuchaba un ruido ensordecedor.
En el estudio de campo
Incontables resultan las experiencias descritas por los lugareños de esta zona camagüeyana, quienes las recordarán mientras vivan. Y es que, como se refleja en el Boletín No2 del CENAIS, «la sismicidad registrada al norte-noroeste de Sibanicú, los días 1ro y 17 de marzo de 2015, presumiblemente, fue provocada al liberarse tensiones acumuladas en la parte superior de la corteza como consecuencia del movimiento de la Placa de Norteamérica», sobre la cual se encuentra Cuba.
Grietas reportadas en una edificación de mampostería. Al parecer son debilidades pre-existentes en las paredes, que fueron reabiertas con el movimiento telúrico en una pared de mampostería. Foto: Yahilí Hernández Porto.
«La actividad telúrica sibanicuence —revela la información— es atípica, tanto por el lugar donde se manifestó como por su comportamiento».
El Doctor en Ciencias Enrique Arango Arias, vicedirector técnico del CENAIS, aseveró a JR que por la manera en que ocurrieron los eventos telúricos se clasificaron de muy poco frecuentes. «Sus descargas energéticas sobrevinieron en tan solo una jornada, separadas entre sí por 16 días, en los que se sucedieron cuatro sismos de muy pequeña energía».
Pero no es solo la zona de Sibanicú y Cascorro la afectada por temblores de tierra, de un tiempo a esta parte. La publicación enfatiza que «desde inicios del pasado año se registra una actividad sísmica importante en la parte norte del país, donde destaca la zona de Corralillo, en Villa Clara, como la más energética de 2014».
Aunque parezca insólito para los camagüeyanos, el informe revela que durante el mes de enero de 2015 se apreciaron, igualmente, una secuencia de terremotos al norte de las provincias de Camagüey y Las Tunas, en la plataforma carbonatada situada entre Cuba y Las Bahamas.
Foto: Yahilí Hernández Porto.
«En los registros sísmicos históricos e instrumentales —confirma la investigación— no hay antecedentes de actividad telúrica en esta región. Sin embargo, se archivó un temblor no perceptible en el año 1999, a 17 kilómetros al oeste de Guáimaro, con sacudidas de magnitudes menores a 2.5 grados en la escala de Richter».
No es este el único dato sorprendente en la información ofrecida por el CENAIS, porque la cadena de acontecimientos similares rastreados el pasado primero de marzo alcanzó la cifra de 240 réplicas en tan solo ocho horas y 33 minutos, entre las 2:00 a.m. y las 10:33 a.m.
El científico Arango Arias corroboró además que «el sismo de mayor energía durante el primero de marzo en el área de Sibanicú—Cascorro fue a las 3:03 a.m., con una intensidad de 3.9 grados en la escala de Richter y profundidad de dos kilómetros».
Insistió el experto que en el mes de marzo sobrevino otro importante evento telúrico en la región sibanicuence. «Comenzó nuevamente a temblar la tierra, el pasado 17 de marzo, a partir de las 12:18 de la madrugada, hasta la 01:01 p.m.; en tan solo 12 horas y 43 minutos se registraron 212 eventos; todos ubicados al noroeste de Sibanicú».
Subrayó el también ingeniero geólogo que durante esta segunda secuencia sísmica se percibieron en las estaciones sismológicas tres movimientos, todos de 3.1 grados de magnitud.
Declaró además que entre estas dos fechas telúricas se rastrearon dos sismos el día 7 de marzo y otros dos el día 8 del propio mes. «Predominaron en todos los estremecimientos una dirección noreste-suroeste, trayectoria que se corresponde con las fallas de deslizamiento del territorio cubano emergido».
Todos los datos —explicó el experto— se obtuvieron en recorrido de campo efectuado en 30 localidades de la región, situadas en los alrededores de la zona epicentral, específicamente en la carretera central de Camagüey a Guáimaro; y hacia el sur y norte de la localidad de Sibanicú.
Sumó que se trabajó coordinadamente con el Centro de Gestión y Reducción del Riesgo (CGRR), de la provincia de Camagüey, y con sus homólogos de los municipios de Sibanicú, Guáimaro y Sierra de Cubitas.