Florida. Camagüey. — La intervención de Richard Moré Molina reveló cuánto más se puede hacer y transformar cuando existe en el comité de base un secretario «comprometido hasta el cuello con su organización», dijo con modestia el joven. Tamaña idea movió la esencia del debate en la asamblea X Congreso de la UJC, del municipio de Florida, en esta provincia.
Moré es un obrero de la Empacadora Tomás Roja, quien solo lleva cuatro meses de labor en el centro y dos como secretario general de la militancia comunista.
«Asumí la tarea. Desde entonces somos los “dueños” por excelencia de la Empacadora. Hemos hecho que hasta la comunidad reconozca nuestro trabajo», narró el joven a quien la vida le ha demostrado que, «si tenemos muchos libros, papeles, planes de trabajos, y no hacemos nada con ellos, ¿para qué lo queremos?», se cuestionó.
«¿Y dónde están los viernes juveniles de Florida?, —replanteó Moré a los delegados—, ¿Quién nos lo quitó?», volvió a inquirir, mientras las expresiones de sus compañeros en la cita comunista, reflejaban inconformidad a flor de piel.
«Duele —aseveró— cuando al bolsillo familiar le cuesta bien caro la recreación de sus muchachos. Sin embargo, tenemos a nuestra disposición espacios, como la Noche Juvenil, pero no los utilizamos a pesar de concebirse con precios módicos», reclamó.
«¿Y de quién es la culpa de que esto ocurra?». De la Monotonía y apatía de quienes hoy dirigimos a los jóvenes en Florida», se respondió autocríticamente.
La intervención de Richard subió los calores de una asamblea en la que su discusión no se conformó solamente con describir lo que hay que hacer en la UJC para funcionar como lo demanda el país, sino que, además, se pusieron sobre la mesa y con ejemplos oportunos de la cotidianidad floridana, hacia dónde tiene que encaminarse el trabajo de la UJC.
«Si de verdad queremos atender a todos los niños, adolescentes y jóvenes debemos incorporar, como sistema de trabajo en las diferentes instancias de dirección de la UJC las preocupaciones emergidas en los Diálogos Abiertos», acentuó.
Joan Cabo Mijares, miembro del Buró Nacional de la UJC, comentó la importancia de llegar a los jóvenes con respuestas profundas, objetivas y oportunas.
«La única receta prescrita para funcionar bien —insistió— es no olvidarnos de las preocupaciones de todos los jóvenes. Y la única manera de trascender después de este proceso y del Congreso es convertir en material de trabajo, de acción en la base, esos planteamientos», aseveró.
Rolando Cordobés Comendador, miembro del Buró Provincial del PCC en Camagüey, acentuó: «la militancia comunista camagüeyana tiene la responsabilidad actual, para transformar no solo los métodos de trabajo de la UJC, sino el cómo atiende su universo juvenil, de insistir hasta el final en las soluciones y respuestas a las demandas de los jóvenes».