Estos círculos de interés aprovechan las motivaciones de los pequeños con el objetivo de hacerlos crecer como buenos ciudadanos. Autor: Ana María Domínguez Cruz Publicado: 21/09/2017 | 05:14 pm
¿Qué es un peatón?, ¿cómo se clasifican las diferentes señales del tránsito y qué significan?, ¿cómo pueden evitarse los accidentes en la vía?, ¿qué consecuencias acarrea conducir bajo el efecto de las bebidas alcohólicas?
En busca de las respuestas a estas y otras interrogantes, los pequeños Dayana Rondón, Oscar Daniel Zamora, Camila González, Javier Méndez, Maikel Blanco y otros compañeritos suyos de la escuela primaria Manuel Espinosa, en Bayamo, decidieron hacerse «policías de la vía» como miembros de uno de los 28 círculos de interés de la provincia de Granma que aborda temas relacionados con la Seguridad Vial.
«Si los niños podemos aprender las leyes del tránsito y lo importante de cumplirlas, podemos intercambiar con las personas mayores y pedirles que, por ellos y por nosotros, manejen con cuidado», dijo Dayana, una de las más entusiastas alumnas.
«Yo quiero ser doctor, pero me gusta conocer el trabajo de los policías y lo que debe hacerse para evitar los accidentes en las calles. Si algún día soy yo el que va al timón, no puedo ser irresponsable y causar daños, porque entonces tampoco sería un buen doctor», explicó Oscar Daniel, mientras se colocaba el casco de policía de la motorizada.
«Los accidentes de tránsito provocan muchos daños y todos debemos conocer bien las leyes para manejar con responsabilidad y evitarlos. Si somos los conductores del futuro, desde ya debemos aprender», apuntó Camila, quien posiblemente siga los pasos de su mamá, la ciclista de tránsito Ana Delia Morena, actual profesora del círculo de interés de Regulación Operativa.
«Este trabajo semanal con los niños de nuestro círculo de interés resulta muy provechoso, porque no solo aprenden cómo actuar en la vía pública, el significado de las señales, la velocidad con la que se debe conducir en las diferentes rutas, los requisitos para que un vehículo transite, entre otros conocimientos teóricos, sino que despertamos en ellos el sentido de la responsabilidad y el bienestar colectivo, a partir del correcto comportamiento individual en la vía», explicó Ana Delia, para quien es un orgullo que su hija, de tan solo diez años, también se sienta interesada por esta materia.
En estas edades, añade, es factible aprovechar la motivación que sienten por las motocicletas, por la figura de la autoridad policial, por las ceremonias de salida de las patrullas y la motorizada para que conozcan un poco de esta profesión y crezca su interés vocacional por esa línea de trabajo.
«La Ley 109, Código de Seguridad Vial, es otra de las materias que estudiamos en el círculo de interés, para que puedan comprender los beneficios que trae en comparación con la ley anterior y compartir lo que aprendan sobre ella con sus amigos y familiares. Trabajar con ellos en edades tempranas garantiza mayores posibilidades de que sea correcto su futuro comportamiento en la vía pública», explicó Ana Delia.