SANTA CLARA, Villa Clara.— Un viejo anhelo de los padres de niños que padecen de la enfermedad celiaca se acaba de satisfacer en esta provincia con la entrega de un módulo alimenticio elaborado sobre la base de la harina de sorgo.
La Empresa Provincial Productora de Alimentos (EPPA) produjo mantecados, bizcochos, galletas y un polvo de panetela. Este último lo pueden confeccionar de diferentes maneras en las propias casas.
Los 31 niños y jóvenes celiacos en Villa Clara, de entre uno y 19 años, son intolerantes a la harina de trigo por la no asimilación del gluten, proteína que se encuentra en este último.
Según Gerardo Álvarez Roché, subdirector de Producción de la EPPA, existen las cantidades de sorgo para garantizar por ahora una entrega mensual de productos que, con excepción del polvo de panetela, se deben consumir en un breve plazo.
De este modo se concretó otra opción para la alimentación de quienes nunca habían podido ingerir la mayoría de los dulces y panes que se producen comúnmente.
Álvarez Roché destacó que el sorgo lo proporciona el Ministerio de la Agricultura y en la Empresa Productora de Alimentos lo lavan y secan, mientras se muele en una planta de la Universidad Central de Las Villas.
El doctor Rodolfo Valdés Landaburo, especialista de segundo grado en Gastroenterología del Hospital Pediátrico Provincial José Luis Miranda, destacó que el sorgo es un cereal con similares nutrientes que el trigo. Por lo tanto su utilización refuerza la alimentación de los aquejados de este padecimiento crónico que afecta al intestino, caracterizado por un rechazo o intolerancia del organismo al gluten.
Valdés Landaburo desarrolla desde hace más de diez años un proyecto especial de atención a los niños que padecen la enfermedad en Villa Clara, para los cuales se elaboró un recetario de productos alimenticios en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Central de Las Villas.