La Constitución de 1976 es consecuencia de una historia de luchas, en las que se fue forjando nuestro pueblo. Es continuidad de la búsqueda de un pensamiento y un modo de ser propios como cubanos, del que surgió una sociedad diferente, en función de los intereses y las aspiraciones de su pueblo.
Así lo afirmó Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el acto por el aniversario 35 de la proclamación de la Constitución Socialista de la República de Cuba, que se celebró este jueves en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.
El también miembro del Buró Político del Partido destacó que esta Constitución no fue exclusiva de un grupo de juristas, sino fruto de un proyecto inicial que surgió de una amplia discusión, en la que participó casi la totalidad de la población en el año 1975.
A ello se añade la relevancia de que por primera vez en nuestra historia los jóvenes entre 16 y 20 años votaron a favor en un referendo del que ellos también eran parte, en un documento que recogía las ansias emancipadoras, justicieras y libertarias de todas las generaciones de revolucionarios.
Alarcón recordó que nunca antes habían tenido lugar en nuestro continente cambios tan radicales, en beneficio de las grandes mayorías, y nunca antes un pueblo tuvo que abrirse paso a pesar de las constantes agresiones del imperio norteamericano y su feroz guerra económica contra Cuba.
Subrayó que esta posición de Estados Unidos ha sido fiel reflejo de una política contra la Isla que comenzó en el gobierno de Eisenhower y que se mantiene igual en la época de Obama.
El ideal socialista, el empeño por crear en Cuba una sociedad libre fundada en la justicia y la solidaridad, nos acompañó siempre a los cubanos. Así lo proclamaron hace 55 años José Antonio Echeverría y sus compañeros cuando anunciaron la fundación del Directorio Revolucionario, refirió.
La Constitución de 1976 se convirtió en la primera socialista del Hemisferio Occidental, y establece desde sus primeros artículos que Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república democrática y unitaria.
En el acto estuvieron además Concepción Campa, miembro del Buró Político del Partido; Gladys María Bejerano, vicepresidenta del Consejo de Estado; Jaime Crombet, vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y Gustavo Cobreiro, rector de la Universidad de La Habana, junto a dirigentes del Partido y diputados.
Grito que se estremeció a la patria
SANTIAGO DE CUBA.— Con ofrendas florales ante la tumba del Héroe Nacional José Martí, artífice y principal organizador del levantamiento armado que el 24 de febrero de 1895 dio continuidad a las luchas de los cubanos por su independencia, los santiagueros recordaron el aniversario 116 de la efemérides.
Pioneros, combatientes y jóvenes estudiantes y trabajadores se dieron cita en las primeras horas de la mañana ante el Mausoleo en el que reposan los restos del Apóstol para depositar ofrendas a nombre de Fidel y Raúl, del Consejo de Estado y del pueblo de Cuba.
Estudiantes de centros de enseñanza militar, como estímulo a sus resultados docentes y trayectoria destacada, realizaron durante todo el día una guardia de honor especial, reconocimiento que esta vez tuvo como protagonistas a alumnos de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de Santiago de Cuba y cadetes de la Escuela Interarmas de las FAR General José Maceo, Orden Antonio Maceo.
Al intervenir en la ceremonia, el vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial, Vicente González Díaz, destacó el gesto de todos los que respondiendo a la convocatoria martiana se reincorporaron a la lucha en diversas partes del país aquel 24 de febrero, y el insustituible papel de Martí, quien logró aglutinar a veteranos de guerras anteriores y pinos nuevos en el empeño de liberar a la patria.
Los habitantes del poblado de Baire, escenario de uno de los más organizados y nutridos levantamientos que tuvieron lugar ese día, también rindieron tributo por la fecha.