Con la apertura, el pasado mes de agosto, de una nueva oficina de atención a la población en el municipio capitalino de San Miguel del Padrón, el Registro Central de Actos de Última Voluntad comenzó un proceso de ampliación de sus servicios, informó en conferencia de prensa César Miguel Vicens, director de la institución.
Según explicó, el Ministerio de Justicia prevé inaugurar otros establecimientos en los territorios de Playa, Plaza y Guanabacoa, en la ciudad de La Habana, y uno más por provincia en el resto del país, con lo cual todas tendrían dos oficinas como mínimo.
«El Registro Central de Actos de Última Voluntad tiene como función social inscribir los testamentos y actas de declaratorias de herederos que se otorgan en todas las notarías del país, así como cualquier modificación o anulación de estos instrumentos notariales.
«Cada oficina —añadió— atiende más de cien personas diariamente. Prestamos el servicio en el día, o sea, el interesado solicita el documento en el horario de la mañana, y por la tarde lo recibe. Estas certificaciones tienen validez por seis meses, pues son susceptibles de ser modificadas o anuladas judicialmente.
«Contamos con oficinas en todas las cabeceras provinciales. De ahí que los nuevos locales constituyen una vía para acercar los trámites a la población. No obstante, ello está en dependencia de los recursos».