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La Sociedad Cubana de Productores Avícolas cuenta con más de 5 000 productores asociados, tanto de la avicultura industrial como independientes, cifra que aumenta cada año, reveló a JR Alberto Ramírez Moreno, presidente de dicha institución.
Según explicó el funcionario, la avicultura nacional tiene ante sí dos grandes retos: producir el alimento para los animales y que los productores tengan conocimientos acerca del manejo de las mejores razas y genotipos de las aves.
«Se está creando un escenario favorecedor para los productores independientes y de las cooperativas, porque tenemos aves que desde el punto de vista genético son capaces de desarrollarse bajo ciertas condiciones; no son las de la avicultura industrial, que dependen de un pienso determinado y de varios requisitos para desarrollarse.
«Otro aspecto es crear la fuente de alimentos necesaria para que los animales expresen todo su potencial. El país no puede depender siempre de las importaciones. Hay que generar una cultura —ahora más, con la entrega de tierras—, de que la gente vea la importancia de sembrar granos como maíz, sorgo, soya. Y generar un producto bueno, eficiente, si no, pierde todo su valor económico.
«El gran reto de nuestra sociedad de productores avícolas es dar respuesta a las inquietudes de esos criadores, llegarles con capacitación. Les estamos brindando información sobre buenas prácticas en la producción, el manejo, la matanza de animales, el almacenamiento de los alimentos… eso les dará una cultura general para que generen alimentos de mayor calidad.
«La idea es romper la cadena de importaciones y que la avicultura se desarrolle con recursos propios y locales que genere la gente. Se ha creado una cultura de fabricar incubadoras artesanales, y trabajamos para que las provincias sean autosuficientes de sus pies de cría, que no tengan que importarlos de otros territorios».
