Probal Dasgupta, presidente de la Asociación Universal de Esperanto. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 04:59 pm
«Este es el décimo congreso en el que participo y ha sido el más exitoso desde el punto de vista organizativo. El objetivo fundamental de estos eventos es que los delegados participen activamente en un programa cultural intenso y aquí lo han tenido».
Así valoró Probal Dasgupta, presidente de la Asociación Universal de Esperanto, el transcurso del 95 Congreso de esta organización lingüística, que culmina hoy en la capital cubana, y cede espacio a la celebración del 66 Congreso Juvenil de esta lengua.
Dasgupta agregó que este congreso ha transcurrido sin problemas técnicos y que en los corredores la gente ha establecido relaciones de amistad, gracias al ejercicio del Esperanto que es una lengua hecha para unir culturas, como quedó demostrado en esta edición.
«Los visitantes conocimos la capital cubana y sentimos mucha seguridad cuando transitamos sus calles. Cuando necesitamos ayuda siempre la tuvimos y cuando deseamos estar solos también fue posible.
«Antes de venir a Cuba había oído hablar de Eusebio Leal, el historiador de la ciudad, que tiene entre sus prioridades la restauración del casco histórico. Al andar por los sitios que están siendo beneficiados nos dimos cuenta de cuánto tesón le han impreso a esta labor. Pensé en Calcuta, la ciudad donde vivo en La India, allí pasa algo parecido».
Probal dijo estar orgulloso de haber visitado a Cuba. «Nunca había estado en ningún país de América Latina, pero esta Isla capta de una manera muy particular la fantasía del mundo, especialmente la de la región latinoamericana».
El Presidente de la Asociación Universal de Esperanto, quien es profesor de la Universidad Indian Statistical Institute en Calculta, valoró de hermosa la relación entre su país y Cuba, gracias a que comparten muchos preceptos humanístico e integran el Movimiento de Países No Alineados.
El 66 Congreso Internacional Juvenil de Esperanto que inicia hoy y durará hasta el 31 de julio en Villa Trópico, en la periferia de la capital, tendrá alrededor de 150 delegados de 30 países. Según Ariadna García Gutiérrez, presidenta de la Comisión Organizadora, el tema central será la relación armoniosa entre culturas y naturaleza.
«Impartiremos conferencias, haremos actividades recreativas y deportivas que nos permitan intercambiar criterios, para desde nuestra comunidad lingüística poder ayudar a salvar al mundo que tan amenazado está por el propio hombre» apuntó.