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Con excepción de Guatemala y El Salvador, países donde se ha detectado influenza aviar de baja patogenicidad, las demás naciones de Centroamérica y el Caribe se encuentran libres de esa enfermedad, reveló a este diario el doctor José Joaquín Oreamuno, representante subregional de la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) para esta parte del continente.
El experto, que participará en el XXI Congreso Latinoamericano de Avicultura, evento que comienza hoy en La Habana, expresó que su organización apoya el fortalecimiento de los servicios veterinarios de cada uno de los países miembros, en aspectos como el diagnóstico, la estructura, la legislación y aplicación de normas, y la capacitación.
«La idea es que exista un servicio preparado, listo para detectar de forma temprana la enfermedad, que permita tomar las medidas adecuadas y por supuesto, notificar su presencia al resto de los países».
Emerio Serrano, director general del Instituto de Medicina de Veterinaria de Cuba, explicó que el país está libre de la influenza aviar gracias a la preparación de las fuerzas veterinarias y productivas y de la población en general.
«Una medida preventiva que se tomó fue la no comercialización de aves y productos de la avicultura de países afectados. También, la vigilancia diaria para detectar la circulación del virus en un momento dado y poder adoptar las medidas a tiempo.
«Para que esa notificación oportuna sea un hecho, la población debe estar educada y tener conocimiento de la enfermedad, porque puede suceder que la enferma sea un ave de traspatio.
«Otro elemento decisivo para tener un buen sistema veterinario es el diagnóstico. Para ello Cuba cuenta con la integración de los centros de investigación científica, no solo del Ministerio de la Agricultura, sino de otros organismos. Es un logro que podemos exhibir con orgullo», dijo Serrano.
Oreamuno reconoció el papel desempeñado por Cuba en la OIE, organización en la cual se ha ganado un gran prestigio, que la llevó a ganarse la vicepresidencia de la mesa ejecutiva de la comisión regional de las Américas.
«Desde ese cargo Cuba aporta su experiencia y brinda una serie de conceptos modernos para aplicar en todos los países. Además, siempre ha apoyado la inclusión de nuevos delegados en la OIE.
«Es muy interesante su labor en cuanto a la aplicación de normas. Y hay que reconocer que a pesar de que los laboratorios de referencia y centros colaboradores de la OIE están ubicados en países más grandes, la Isla ya tiene representatividad en ese campo.
«Por otro lado, mantiene actualizados a todos sus profesionales, y posee un programa de educación continua definido, para lo cual aprovecha todos los medios y herramientas que posee».
