Continuaba el revuelo en la Colina Universitaria. Aún estaban frescos los debates en los tribunales de depuración, los que acabaron con las lacras y la escoria universitaria. El campus habanero recobraba la animación revolucionaria que poseyó en el 56, cuando el Consejo Universitario acordara, el 3 de diciembre, suspender las actividades docentes y académicas, hasta que las circunstancias lo aconsejaran.
«Tenemos que iniciar. Ha pasado demasiado tiempo sin empezar las clases.» Con aquellas palabras Fidel dispuso que comenzaran las actividades universitarias. Para ello contaba con los jóvenes de la Federación Estudiantil Universitaria y el apoyo del Rector, Doctor Clemente Inclán, quien mantuvo una actitud digna frente a la dictadura batistiana».
Así recuerda los hechos José Rebellón, quien fuera presidente de la FEU de la Escuela de Ingeniería en ese entonces, y uno de los protagonistas de aquel suceso.
«En la Universidad hubo enfrentamientos internos. Los opositores a la Revolución realizaban propaganda entre la juventud, escudándose en el retraso del curso escolar», añade Rebellón.
Aquel 11 de mayo de 1959 Fidel tomó la palabra. En su alocución a los estudiantes habló de la necesidad de egresados de las carreras técnicas. «Fue extraordinario para todos los jóvenes que estuvimos allí. Nosotros velamos por la seguridad de Fidel, pese a que los grupos reaccionarios tenían la disposición de no asistir a ningún acto donde él se presentara, debíamos estar atentos a cualquier manifestación».
El comandante Ernesto Guevara también se dirigió a los alumnos: «Con la sangre joven y la nueva técnica tienen que vivir nuevas ideas e impulsos revolucionarios».
Desde ese entonces la otrora Universidad basada en un modelo academicista se volcaría hacia la investigación científica como vía de solución a los problemas sociales del país. «Fidel y los líderes de la Revolución tenían muy claro la transformación», apunta Rebellón.
Bajo el ímpetu de la Reforma Universitaria son fundadas las ahora facultades de Física, Química, Psicología, Matemáticas, Economía, entre otras. Asimismo, con el transcurso del tiempo nacerían, adscritos a la Universidad de La Habana, el Centro de Investigaciones de la Economía Internacional, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, el Instituto de Ciencia Animal, la estación experimental de Indio Hatuey, el Centro de Investigación Digital y el Jardín Botánico, entre otros.
También serían sus hijas intelectuales la Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría, el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, así como las filiales universitarias en la Isla de la Juventud.
El 17 de noviembre de 2005, Fidel, en su discurso por el aniversario 60 de su egreso de la Universidad, puntualizó que el futuro de la Revolución estaba en manos de los jóvenes. José Rebellón, valora el papel de los universitarios cubanos a lo largo de estos 50 años.
«La juventud de ahora tiene un espíritu extraordinario, son los mismos jóvenes que José Antonio dirigió, los que derrocaron a Machado, los del 56, los de la Sierra, siempre han realizado su cometido. Han sido cinco décadas de fundar la idea de hombre y escuela nueva, de mantener la sangre juvenil y el espíritu revolucionario nuevo».