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El lagarto Aristelliger reyesi habita en los parches de vegetación de los matorrales y bosques de este espacio protegido. Su nombre es un reconocimiento al máster Ernesto Reyes, uno de sus descubridoresVARADERO, Matanzas.— El descubrimiento de una nueva especie de lagarto en el Área Protegida Reserva Ecológica Varahicacos ha sorprendido felizmente a los hombres de ciencia y a quienes aman la naturaleza.
En Cuba no se había encontrado ningún representante del género hasta el momento de descubrirse este reptil (la octava especie), lo que demuestra que la biodiversidad cubana aún guarda sorpresas y que deben facilitarse más los inventarios y monitoreos biológicos en nuestro país, afirma Luis M. Díaz, investigador del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, quien describió este ejemplar junto al herpetólogo norteamericano Blair Hedges, profesor de la Universidad de Pensilvania.
El lagarto Aristelliger reyesi habita en los parches de vegetación de los matorrales y bosques de este espacio protegido, y su nombre se registra como reconocimiento al máster Ernesto Reyes, uno de sus descubridores y trabajador del área protegida.
«Los estudios morfológicos y genéticos, comparando todos los representantes del género, confirman que se trata de una nueva especie, estrechamente emparentada con Aristelliger cochranae (de la Isla Navasa) y Aristelliger expectatus (de La Española)», sostiene el investigador del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba.
Desde mayo del año 2007 los especialistas de esa área encontraron el raro saurio, pero hubo que esperar hasta ahora por la confirmación de los investigadores del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, quienes llevaron a cabo los estudios morfológicos y genéticos que certifican el hallazgo.
El licenciado Daniel Fajardo, director del Área Protegida Varahicacos, ratificó a este diario que la revelación transitó por varias etapas y procedimientos hasta que los científicos confirmaran la certeza de que se trata de una nueva especie de lagarto para Cuba, perteneciente a un género nunca antes registrado.
El especialista comentó que la preservación de la vegetación y las áreas aledañas hará posible la conservación de esta especie, propuesta desde su misma aparición como en Peligro crítico de extinción, teniendo en cuenta los criterios de evaluación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
El reptil ha sido avistado tanto en raíces aéreas como en los matorrales, mientras que su alimentación es rica en arácnidos.
Ernesto Reyes fotografió varias especies y las llevó al Museo de Historia Natural en mayo de 2007, donde comenzó la historia de un nuevo descubrimiento.
El género Aristelliger está representado por siete especies caribeñas. Este grupo de lagartos tiene sus parientes más cercanos en África, por lo que su origen puede ser muy antiguo.
Explica Díaz que Aristelliger reyesi es una especie que alcanza unos 13 centímetros de longitud total y los machos son mayores que las hembras. La cabeza está cruzada por una franja negra que llega hasta la inserción de las extremidades anteriores.
«Casi todos los individuos se han encontrado cerca de agujeros y grietas, en los que se refugian ante el peligro. Cuando se les apresa pueden emitir chillidos y en cautiverio las hembras han puesto un huevo de cáscara calcárea y dura, que suele encontrarse adherido a las paredes de troncos huecos», ahonda Díaz.
Estos reptiles han sido hallados tanto de día como de noche, aunque parecen ser más diurnos que nocturnos.
No se ha descartado la posibilidad de que este lagarto haya sido introducido por el hombre en la Península de Hicacos, procedente de otras partes de Cuba o desde otra isla caribeña donde no se conoce aún.
Hasta el momento, Aristelliger reyesi solo se conoce que habita en la Reserva Ecológica Varahicacos, por lo que su existencia depende de los esfuerzos que se hagan para preservar esta zona.
