La casa de Daniel Báez, de tabla de palma, pertenece al proyecto Mambí para zonas rurales. BAHÍA HONDA, Pinar del Río.— En el barrio Tres Palmas, a unos diez kilómetros de la cabecera municipal de Bahía Honda, los vecinos, agrupados en brigadas, construyen sus propias viviendas de tabla de palma. Más de 90 000 de estos árboles fueron derribados por los huracanes en Vueltabajo.
Se trata de un proyecto denominado Mambí, que se aplica en áreas rurales. El baño de las nuevas viviendas es de mampostería y placa. La meseta de la cocina también es de construcción sólida, con el objetivo de que las personas tengan dos áreas bien seguras donde refugiarse ante el embate de un huracán de fuertes vientos.
Daniel Báez, albañil y carpintero, construye su morada con esa modalidad, y es a la vez jefe de una brigada de seis hombres en el citado barrio, quienes trabajan en diez viviendas.
Todo un ajetreo constructivo se aprecia en diferentes zonas del municipio que serán beneficiadas con la tecnología conocida como «trimax»: planchas de poliespuma reforzadas con una malla metálica y una capa de cinco centímetros de hormigón.
Ese método se aplicará a 190 casas, 44 de ellas en Pueblo Nuevo, y el resto se distribuyeron en el batey del central Harlem, Bahía Honda este, Bahía Honda oeste y San Diego.
En el caso de Pueblo Nuevo, donde las viviendas son de mampostería y canalones, la reparación les aportará también carpintería nueva de aluminio y otros elementos de terminación.
Los desvelos de MagdalenoMagdaleno Pérez participa en la construcción del techo de su casa con la técnica «trimax» (poliespuma y malla metálica). Carretilla en mano entrevistamos allí a Magdaleno Pérez González, uno de los vecinos, quien codo a codo trabaja con los integrantes de la brigada de la Empresa Municipal de Mantenimiento a la Vivienda, que han techado seis casas.
«Soy custodio en la cooperativa Juan Hernández desde que me hicieron el peritaje médico. No puedo hacer fuerza, pero con tal de terminar mi techo, aquí estoy como usted ve. Ya las viviendas tienen el poliespuma, pero hubo un déficit de mallas. A nivel de barrio hay que buscar soluciones, carretillas prestadas, burros.
«Estamos agradecidos de que a Pueblo Nuevo le hayan asignado estos techos, pero uno se desespera», afirma Magdaleno mientras nos conduce hasta la facilidad temporal en la que vive y donde cocina a la intemperie una caldosa.
Fuentes del Gobierno en el territorio explicaron a los reporteros que para la sustitución de la malla electrosoldada existe un proyecto que puede aplicarse en el municipio a partir del alambrón, aunque todavía no se ejecuta.
A instancias de los consejos populares se creó en cada uno un puesto de dirección, que tiene entre sus potestades la realización de todos los trámites que necesitan los perjudicados, entre ellos la licencia para construir; además, coordina los recursos de la comunidad en función de la vivienda, lo mismo una yunta de bueyes que cualquier otro medio, sobre la base de la participación popular y la colaboración de la gente.
Al pie de la piedraLos techos construidos con la técnica «trimax» se ven muy resistentes. María Magdalena Núñez es la administradora de la cantera de Luis Carrasco, en Bahía Honda, una de las cinco de Vueltabajo.
«Lo más difícil que enfrentamos es la falta de equipos para desarrollar nuevos yacimientos que aporten la piedra necesaria. Faltan compresores y carretillas para esos fines. Tenemos un camión parado, de los que cargan la materia prima, se le fundió el motor, pero trabajamos con el otro y no nos rendimos.
«El pasado año solo nos faltaron mil metros cúbicos para cumplir el plan. Producimos para varios municipios, incluidas zonas habaneras».
Alberto Ceballos Santos, director técnico de la Empresa Provincial de Materiales de la Construcción, destacó la trascendencia de la unidad empresarial que produce áridos destinados a la producción de bloques y otros objetos sociales, área que demanda una gran cantidad de costosos insumos.
Significó la respuesta dada por los trabajadores de las canteras, quienes laboraron sábados y domingos, por lo cual en noviembre y diciembre el plan de piedra y el de arena artificial se sobrecumplió.
Las instalaciones de la industria de áridos «ya están de alta para producir». Según Ceballos, las mayores dificultades se encuentran en otra fase del proceso, la del desarrollo minero, pues faltan buldóceres, cargadores y camiones para acometerlo; los que hay son para la producción diaria.
La Empresa Nacional Explomat es la encargada de esa tarea que garantizará el futuro y sin la cual se atrasaría la recuperación de las viviendas.
Otro obstáculo, según el propio directivo, es el equipamiento para las canteras, sobre todo baterías, neumáticos y piezas de repuesto para los camiones y cargadores que entraron hace cuatro años cuando comenzó la recuperación de la industria de materiales.
El neumático de un cargador cuesta 6 000 dólares porque es de una medida especial, la que lleva un medio que trabaja en canteras.
A 429 000 metros cúbicos de piedra y arena asciende el plan de áridos para el presente año con destino a todo el programa constructivo: viales, obras de la defensa, Batalla de Ideas y viviendas.
Estas últimas demandan para la producción local 159 000 metros cúbicos de arena y 81 000 de piedra.
Variantes en la producción localEn Pueblo Nuevo, Bahía Honda, 44 casas tendrán su nuevo techo con la técnica «trimax». La producción en los diferentes municipios puede llegar a 256 000 bloques mensuales sin dificultades con el granito y el polvillo, precisa el especialista.
El mayor obstáculo es su transportación, en la cual se explotará la variante de hacerlo por tren, como ya se ha hecho desde San Cristóbal hasta Isabel Rubio.
Otra de las cinco canteras, la Reinaldo Mora, en Consolación, tiene una planta en reparación, que debe concluir antes del primer trimestre, lo cual duplicaría sus resultados.
Igualmente se reconstruyen dos molinos de la cantera Elpidio Berovides, de San Cristóbal, por una brigada del Grupo Empresarial Industrial de la Construcción (GEICON). De allí se abastecen de materiales ese municipio, Los Palacios y Candelaria.
Vueltabajo espera la entrada en próximos días de un compresor para barrenar que se acopla a otro tipo de carretilla, más pequeña, y que podrá emplearse en la cantera de Luis Carrasco.
Otras decisiones se aplican, como la conformación por parte del MICONS de 21 brigadas, cada una con 200 integrantes, con fuerzas especializadas que recibirán un tratamiento salarial diferenciado.
No solo el MICONS construye viviendas, también el MINAGRI, el MINAZ y los órganos del Poder Popular.
Pablo Véliz, director provincial de la Vivienda, refirió que en el presente año se trabajará para concluir todos los techos con daños parciales y totales, y por hacer 5 500 nuevas casas —ambiciosa cifra— que fueron perjudicadas por los huracanes.
La recuperación de la vivienda pasa por una larga cadena. Cada uno de sus elementos es fundamental, incluida la participación y organización comunitaria.