Querido Fidel:
¿Quién podrá impedir a los pioneros cubanos que sigamos tu ejemplo? Nadie. No habrá imperio, ni anexionista capaz de hacerlo.
Pionero Mayor, nadie como tú es capaz de comprendernos, de escribirnos como has hecho y seguirás haciendo, o de buscar las mil maneras posibles de explicarnos cosas que para cualquiera pudieran ser complejas, y tú, las haces fáciles.
No vamos a decirte que no fuimos estremecidos por tu mensaje, no vamos a decirte que no hubo lágrimas y emociones encontradas. De todo eso hubo. Y hay, pero, de lo que sí todos pueden estar seguros es de que estas letras son latido y fe, cariño y compromiso, ternura y esperanza que prueban que te seguiremos siempre.
Quizá no recuerdes aquel día de nuestro 3er. Congreso Pioneril cuando al decir las palabras de clausura, nosotros emocionados comenzamos a corear ¡Fidel!, ¡Fidel!, ¿Qué tiene Fidel, que los imperialistas no pueden con él? Entonces, aconteció lo inesperado, tú, el Comandante de las estrellas y los laureles, el guerrillero, el orador, el amigo de los niños, nos contestaste: «Los tengo a ustedes».
Nos tienes. Siempre nos tendrás junto a todo nuestro pueblo; pero ahora somos nosotros quienes te decimos que los imperialistas no podrán nunca con nuestra Patria, mucho menos con sus Pinos Nuevos, porque nosotros, Fidel, siempre te tendremos.
Un abrazo infinito con la convicción de que seguiremos formándonos con tu magisterio.
Los pioneros cubanos