Agradecimiento de Michael Moore a Giustino. Foto: Roberto Suárez «Por supuesto que fue un verdadero honor para mí que el cineasta estadounidense Michael Moore me estrechara la mano, aceptara mi invitación y conversáramos un buen rato en su reciente visita a La Habana», declaró a Juventud Rebelde Giustino Di Celmo, padre del joven Fabio, asesinado el 4 de septiembre de 1997, en el hotel Copacabana, por una bomba mandada a poner por Luis Posada Carriles.
«El cineasta estuvo aquí en Cuba unos días filmando su último documental, ese que le ha quitado el sueño al Departamento del Tesoro norteamericano y a la mafia de Miami, locos por confiscárselo», comentó Giustino, quien nos dijo que el pasado 3 de marzo almorzó con Michael Moore en el restaurante-pizzería de Palmares, que lleva el nombre de su hijo Fabio, ubicado en J y 17, en el Vedado.
Estaba acompañado por tres de sus colaboradores, quienes, según me dijo, habían estado con él en sitios importantes de sus filmaciones en Estados Unidos», argumentó.
Dijo Giustino que Moore y sus compañeros de cine acudieron al remozado policlínico Rampa, precisamente frente al restaurante Fabio, y que cuando los vio salir del lugar, los invitó a los cuatro a probar las pizzas «a la italiana» que allí se cocinan.
«Claro que conversamos de los filmes famosos que ya él ha hecho, como Fahrenheit 9/11, pero prefirió que le hablara del atentado terrorista al hotel donde asesinaron a mi hijo, de la vida de mi muchacho y hasta de la mía como veterano de la Segunda Guerra Mundial en cuatro frentes».
Giustino no pudo dejar constancia gráfica de su encuentro de casi dos horas con Michael Moore, porque todo fue algo casual, sin embargo, el cineasta se interesó mucho por dejarle un recuerdo en el Libro del Visitante del establecimiento, donde con tinta y de su puño y letra, escribió algo que ya forma parte de sus vivencias en Cuba:
To Justino — thank you for this very fine dinner! We will not soon forget you or the memory of your loving son, Fabio. Peace, Michael Moore, 3/3/07. (Para Giustino — Gracias por esta magnífica cena! Nosotros no podremos olvidarlo a usted, ni tampoco a su amado hijo Fabio. Paz, Michael Moore, 3 de marzo de 2007).