La tecla del duende
EL 29 de noviembre cumplió 75 años nuestro Silvio Rodríguez. Basta con decir Silvio, trovador, poeta, ligado a esta columna por vínculos que van desde El Hueco de G y 21 hasta los versos; desde la música hasta las sensaciones del alma, que él ha descrito como pocos.
En su recorrido por los barrios, junto a destacados intelectuales y artistas, se podría recorrer también una ruta desde los nombres y frases de sus canciones. Llegar por San Antonio de los Baños, porque yo soy de donde hay un río, para emprender una Expedición donde el tiempo está a favor de los pequeños. Camino a Camagüey, desviarnos un instante hasta Playa Girón, para rendirles un homenaje a los hombres que vencieron, en nombre del pueblo, en batallas de fusil contra fusil. En Encrucijada, tierra de Abel, Haydeé y Jesús Menéndez, interpretar a coro la Canción del Elegido. Y en el espíritu de todo el recorrido, junto a una muchacha de por el Cotorro, avanzamos con la certeza de que Cuba va.
«El reparador de sueños nos ha entregado una nueva y profunda inspiración, que regocija y compromete. Allí, en el claro de la Luna, nuestra satisfacción. Con un poco de amor, sobrevive. Ratifica por qué es el Elegido, que andando como hormiguita, como el hombre que se hizo siempre de todo material, deberá partirse en dos y convidarnos. Que cuando dice futuro, no hay tiempo para el invierno. Y solo el amor produce, entre Causas y Azares, milagros y sueños. Ya te veo entonces con hija, árbol y libro, quien nunca quedó ni frío ni almidón. Ni bota la vida en un latón. No habrá que esperar a abril, porque en enero le estará pariendo un corazón malva. (…) Que será siempre la que podrá acompañar al enanito. Y mecerá todo el amor. De quien no tiene viejo el corazón ni desdeñó. Es la Pequeña serenata diurna. Es El Día feliz que está llegando (…) Se trata entonces de un caso extraño, preñado con un poco de amor y pecado. Allí en El patio de los totíes, y sin manto (…) Y al final Niurka se alegrará, sin revuelo. De que pudo, al fin, de un bocado, vivir sin llanto». (Enviado por Noel, publicado inicialmente el 5 de diciembre de 2002).
Senobia: Sé mi novia. Por favor. Orlandito.
Abdel: Que se quede el infinito sin estrellas, pero que sea contigo. Kitty.
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