La tecla del duende
Estas son las cosas que, en opinión de un autor anónimo, los seres humanos debemos cultivar, buscar, amar, gobernar, apreciar, defender, admirar, excluir, combatir y conservar. Solo tres humildes cosas que encierra una palabra de tres sílabas: nobleza, fácil de pronunciar y con la virtud de triplicar a quien la posea. La felicidad se logra con esta trilogía de 30 acciones: Cultivando tres cosas: la bondad, la sabiduría y la amistad. Buscando otras tres: la verdad, la filosofía y la comprensión. Amando tres más: la caballerosidad, el valor y el servicio. Gobernando: el carácter, la lengua y la conducta. Apreciando tres cosas: la cordialidad, el contento y la decencia. Defendiendo tres: el honor, la amistad y la debilidad. Admirando tres más: el talento, la dignidad y la gracia. Excluyendo otras tres: la ignorancia, la ofensa y la envidia. Combatiendo: la mentira, el ocio y la calumnia. Conservando: la salud, el prestigio y el buen humor. (Publicado por Guillermo Cabrera Álvarez, el 13 de diciembre de 2001)
Los lectores prosiguen con sus iniciativas desde casa para que no decaigan los encuentros tecleros. Arbelio, desde Camagüey, me cuenta que se propuso siete temas sobre los cuales podía debatir con su familia. ¿Cómo lo hizo? Repartió un tema para cada integrante de su hogar y él quedó con tres en sus manos. Cada quien debía hablar del tema en el papel asignado, no le alcanzaron dos horas y tuvo que continuar en otra jornada. Ahora los temas surgen solos y las tertulias se forman improvisadamente en las noches o los fines de semana.
Y usted, virtual o realmente, ¿cómo supera este tiempo de distanciamiento físico? Nos puede contar su vivencia, su iniciativa, acerca de las reflexiones que mueven el universo teclero. Todo lo que tribute la sección como ocurrencia o acción es válido en el intento de vencer la pandemia y las distancias necesarias entre los lectores. A lo mejor las variantes de ahora resultan válidas para la nueva normalidad, que tendrá de seguro novedades tecleras.
Lisy: En el borde de mi camino hacia ti había una silla, peligrosa, que me invitó a parar. No me detuve y hoy digo que te amo. Yunier
Albe: Un abrazo en la distancia y muchas felicidades. Tus hermanas y hermanos de 10mo. 8.