La tecla del duende
La locomotora holguinera no se detiene. El cumpleaños de la tertulia de la Tecla en la Ciudad de los Parques vibró con las buenas energías de la gente «que enciende la ilusión y los rosales». No pude acompañarlos, pero mi colega Mileyda Menéndez, que lleva a Cuba en su mochila de aventurera, nos trae el reporte completo. Enhorabuena…
En la antigüedad, el nueve era considerado el número de la verdad porque todos sus múltiplos se reducen, al sumar sus cifras, al propio nueve: 27, 45, 81, 549… y como en cuestión de sumatorias o sinceridad nadie le gana a la tertulia holguinera, la fiesta por su noveno aniversario fue un alarde de ocurrencias y bienvenidas muy deseadas.
El regalo mayor fue la decisión de las cantantes Gladys María y María Fermina de sumarse a la nó-mina de la Tecla, un poco para re-tribuir la lealtad de ese divertido piquete a las sistemáticas peñas de aquellas en la sede de la Uneac, pero sobre todo para contagiarse de «juvenilia» y felicidad en sus andanzas por toda Cuba.
La mayor verdad, confesada casi a coro por más de 70 participantes en el ágape, es que sus vidas cambiaron radicalmente desde que se sumaron a este movimiento, y sus anécdotas se erigen como prueba de fe para cualquier ser humano dispuesto a desechar esa visión fatalista sobre la tercera edad que heredamos de generaciones anteriores.
Desde la nonagenaria Carmen hasta el púber Jorgito, todos en esa cofradía tienen un proyecto de vida galopante y enriquecedor, cuya savia nutren en el intercambio con integrantes de tertulias de otras provincias, para luego desbordarse en charlas y canciones por escuelas, cárceles y espacios culturales de su ciudad.
Para envidia de los sabios antiguos, en Holguín descubrieron el movimiento perpetuo: ¡Aún no se apagan las velitas del cumpleaños y ya están planeando escaparse para los carnavales santiagueros!
Eso sí: ni el espíritu de Pitágoras invocado por la pasión numerológica de Clemente pudo arrojar luz sobre los tres grandes misterios de esta celebración: ¿Quién le pagó el almuerzo al siempre escurridizo Cañón? ¿De dónde sacó Cary el congrí extra para que nadie se fuera «en blanco» del acogedor centro recreativo Siboney? ¿Cómo obtuvo la avileña Enma Mayoral una máquina para viajar en el espacio-tiempo?
Dvd: No habrá volcanes ni cumbres nevadas que te alejen de mi corazón. Milo
VI: Ir a la Luna en bicicleta es más fácil que olvidarte... PBL
Mi Viejito: El amor no tiene cura, así que tú eres la solución a todos mis males, mi epidemiólogo. Tu Niñita
Ymiranda: Un duende me regaló este pétalo de tiempo, que tiene aroma de noticia: «Triunfa golpe de estado al corazón». Sarias