Los que soñamos por la oreja
Hace unas semanas me encontraba a la entrada de un club en el Vedado con amigos como Iván Latour, otrora figura frontal de Havana; varios de los integrantes de Zeus, ese mítico grupo de power metal entre nosotros; el guitarrista, compositor y productor Iván Leyva; el líder de Tesis de Menta, Roberto Perdomo; y el vocalista, harmonista y compositor Roberto Fajardo. Todos estábamos allí para participar de una descarga que al fin y al cabo no pudo efectuarse por falta de fluido eléctrico.
Mientras conversábamos amigablemente, acompañados por una reducida representación de personas de una generación distinta a la nuestra, pensaba en el hecho de que los antes mencionados músicos y yo nos hemos hecho viejos sin renunciar a la intensa pasión que desde muy jóvenes experimentamos por el rock y el metal en sus diversas aristas. Y es que como afirma en una de sus canciones Alejandro Gutiérrez: «Nada peor que un sueño hecho pedazos, nada peor».
Aunque desde 1992 hasta el presente han transcurrido 25 años, me parece que fue ayer cuando por esa etapa escuché por primera vez la propuesta de Extraño Corazón, como parte de las incontables noches que viví en la Casa del Joven Creador, en la Avenida del Puerto de La Habana Vieja. Todo había comenzado el 21 de marzo de aquel 1992, cuando Javier Rodríguez y Roberto «Keko» Fajardo se subieron a un escenario para iniciar la historia de lo que se convirtió en la mencionada banda.
A lo largo del tiempo pasado de entonces a acá, en numerosas ocasiones se ha tenido la impresión de que la agrupación no funcionaría más y, de algún modo, ellos también se han encargado de alimentar el mito de ser un grupo fantasma. Pero no, cuando menos uno lo espera, reaparecen y vuelven con material nuevo o con temas archiconocidos pero arreglados con criterios diferentes a los de la versión original.
Este jueves 24, a las 7:00 p.m., la tropa encabezada por Javier Rodríguez ofrecerá un concierto en la acogedora sala teatro de Bellas Artes. La ocasión será propicia para presentar ante el público el disco titulado Confesiones de un náufrago, producción que sale al mercado a través del sello Bis Music. Por supuesto que la banda no interpretará solo los cortes del fonograma, sino que hará un repaso general por su obra, y así también celebrará el cuarto de siglo de andar en la carretera, acontecimiento que bien merece se organizara una gira del grupo por diferentes puntos de la geografía nacional.
En cuanto a Confesiones de un náufrago, el álbum marca el rencuentro entre Javier Rodríguez y Roberto «Keko» Fajardo, tras años de que los fundadores de Extraño Corazón optaran por separarse y asumir cada uno su propio derrotero. Más o menos por el 2004 hubo un intento en tal sentido, pero en ese instante la reunificación no cuajó. Afortunadamente tras dejar atrás las causas de las diferencias, ahora vuelven con renovados bríos y respaldados por músicos de primerísimo nivel.
Uno de los rasgos más llamativos del disco viene dado por el hecho de que por primera vez, el grupo asume para varias de las orquestaciones de su repertorio aires procedentes del rock progresivo. Aunque tales influencias siempre han estado presentes en la cabeza de Javier, lo curioso es que el artífice de tal sonoridad en el fonograma es un músico que proviene de la escena de metal, me refiero al destacadísimo guitarrista Tiago Felipe, director de la agrupación Stoner, y que en el CD de Extraño Corazón se revela como un muy eficiente productor, por demás en un estilo no cultivado por él.
Algo que se agradece es que junto a composiciones relativamente recientes de Javier, él decidió retomar antiguas piezas de la banda y entregárnoslas como si fuesen nuevas. Ello sucede, por ejemplo, con Himno Cherokee (tema de Roberto Fajardo y de lo primero que les oí allá por 1992), Silvia (también de aquella época y original de Miguel de Oca), Hooker Blues (un country blues de Fajardo, recogido en 1996 en el compilatorio Saliendo a flote y que ahora suena a rock progresivo), Viento gitano (de Fajardo e Iván Leyva, también grabado por otras bandas como Sonido Ilegal y Cetros), Justicia al recuerdo (de lo más heavy hecho por Javier Rodríguez y registrado en el CD Solitario, de 1998), así como un par de bonus tracks, El espíritu de Fenimore Cooper (con la firma de Miguel de Oca y del poeta y dramaturgo Atilio Caballero) y La historia real de Robin Flower (de Roberto «Keko» Fajardo).
Con la participación de una nómina de músicos integrada por Luben García, Iván Leyva, Steinar Bernhard Seland, Ove Brun, Rufo de Armas, Adem Rodríguez, Greta García, Christopher Simpson, Tiago Felipe, Roberto «Keko» Fajardo y Javier Rodríguez, el disco que hoy presentará Extraño Corazón en Bellas Artes es un regalo por los 25 años de la agrupación y ojalá que, como lo expresa el mismo Javier, «resulte inspirador para las nuevas generaciones, en especial, para aquellos que teniendo talento han preferido engavetar sus canciones, sucumbiendo a las golosinas, las modas y el mimetismo».