Las tres del domingo
De todos los lugares donde podríamos ver un camello, sin duda una colina nevada en Pennsylvania es uno de los más improbables. Así de sorprendidos debieron estar los viajeros que pasaron por allí esa noche al ver desde la ventanilla de su auto al singular dromedario (más común entre la arena del desierto que en esa carretera) caminando entre la nieve. Se trataba de Einstein, nombre por el que se le conoce en el Peaceable Kingdom Petting Zoo, de donde se escapó para dar una vueltecita por el vecindario.
Esta vez fue en una carreta europea la que se vio interrumpida por el paso de animales en fuga. Sin embargo, aunque los singulares transeúntes eran de una especie menos extrema, el número de ellos lo hicieron igual de llamativos, pues fueron 30 caballos los que a galope interrumpieron las vías de Drayton High Road, en Inglaterra. Los equinos se habían escapado del santuario donde viven aprovechando el descuido de uno de sus cuidadores, pero tras su ruidoso paseo, a las seis de la tarde ya descansaban otra vez en los establos.
Si la mala suerte viene siempre acompañada, para Melodee Mysel es la buena fortuna la que toca continuamente doble. La señora, de 63 años, logró obtener 500 000 dólares en la lotería justo dos años después de ganar un millón en el mismo juego de azar. Esta afortunada solo ha gastado diez dólares para obtener su fortuna, cinco en cada intento, y siempre ha salido beneficiada.