Las tres del domingo
Una modelo estadounidense, llamada Nicole, esperó pacientemente (y completamente) desnuda en una habitación con dos hombres hasta que notaran que estaba allí, sin embargo, el tiempo pasó y ellos, concentrados en su laptops, ni siquiera se dieron cuenta de la hermosa mujer. Pero, no es uno de esos casos en los que se pueda culpar a la modernidad y su tecnología o la alienación de los «nuevos aparatos», pues Nicole llevaba un impresionante camuflaje: tenía el cuerpo pintado y se confundía con el mural de la pared detrás de ella. Este trabajo es de la artista Jen Seide, conocida como Jen la pintora de cuerpos, y de su hija y aprendiz Kennedy. Ambas pintaron a la modelo de pies a cabeza para que coincidiera con la obra de arte, aunque un poco despistados debieron de ser los dos hombres… eso es seguro.