Las tres del domingo
Puede sonar como gato, pero no lo es: se trata de un azulejo rescatado que ahora vive «en rehabilitación» en el Santuario de Vida Salvaje de la Florida. El ave, llamada Flop, imita perfectamente a un felino, habilidad que adquirió mientras vivía como una mascota exótica en una casa en la que además residían varios de esos felinos. ¡Quién sabrá de los traumas que ha de tener el pobre azulejo! Tal vez necesitó aprender a maullar como técnica para salvarse de sus cohabitantes o, quizá, se crió con ellos desde pequeño y se creía miembro de su familia y de su especie. Probablemente, como Piolín, él también sepa decir, (en lenguaje gatuno, por supuesto): «miren que lindo minino».