Las tres del domingo
Al parecer, un niño de siete años de Kharkov, Ucrania, quiso ser el escondido mejor oculto de este juego harto practicado: se ocultó de su hermanita nada menos que… dentro de la lavadora. La travesura se puso seria cuando se atascó y los padres tuvieron que involucrar en el retozo a unos «muchachos» diferentes: los bomberos. No se les ocurrió otra cosa que embadurnarlo con aceite de girasol. La misión duró unos 20 minutos, pero el pequeño no lloró. Claro, él diría que estaban jugando.
Cibercuerno
Una encuesta en Reino Unido ha revelado que más personas de las que imaginamos estarían dispuesta a tener sexo con un robot sin considerarlo infidelidad hacia su pareja humana. Veamos: uno de cada tres ciudadanos consideraría el sexo con un robot, aunque otro 30 por ciento se horrorizaría si uno de sus amigos tuviera tal affaire. Los celosos que se preparen, porque el 39 por ciento cree que en el año 2050 será posible echar esa cibercanita al aire.
¿Un cuento chino?
Hay quien no permite que nada, nada de nada, le cambie sus planes del día. Una mujer de Guangdong, China, mostró recientemente tal voluntad. Iba de compras a un mercado cercano y de repente se le rompió la fuente. «¿Justo ahora…?», se preguntó. Varios transeúntes la apoyaron hasta que personal especializado acudió al sitio y se hizo cargo del parto. Una vez resuelto el proceder de rigor, ella siguió su rutina hasta que llegó a casa con dos «encargos»: su bebé y su factura comercial.