Frente al espejo
«La historia enaltecedora de Yisel, su actitud de sacerdocio a la vida y a la salud de sus pacientes, que justamente aquí se reconoce de forma pública, no es un caso aislado (A la hora que me llamen…, José Alejandro Rodríguez, 10 de junio, sección Acuse de Recibo). Sí, tenemos una gran multitud de indolentes, disfuncionarios, especialistas en buscarle un problema a cada solución y hacerle cada vez más difícil la vida al prójimo. Campeones olímpicos a la hora de decidir que si, con su acción, o más bien con su falta de acción, se le puede complicar la existencia a alguien, para qué facilitársela. Esos son los sujetos a los cuales habitualmente se denuncian en esta sección, protagonistas directos e indirectos de los horrores que aquí se narran, casi siempre en la voz de quien, ante tanta indiferencia, no ha tenido más remedio que escribir a Acuse de recibo. Pero, y es por ello y por ellos que uno recibe el impulso necesario para seguir adelante, existen personas como Yisel y acciones como las que se le reconocen, no, no son casos aislados ni sus protagonistas son extraterrestres. Son seres comunes y caminan a nuestro lado. Por ellos y para ellos, merece la pena seguir luchando. La apatía y la indolencia no pueden ser impunes, menos donde la virtud brilla. Saludos a todos». (Juan Carlos Subiaut Suárez)