Acuse de recibo
¿Desde cuándo las personas son expedientes archivados y sin controlar?, cuestiona Yosmary Vicente García, desde calle 2-A, Nro. 501, entre 5 y 11, en San Antonio de Río Blanco, municipio mayabequense de Jaruco. Y aunque la pregunta puede parecer algo punzante, cuando se adentra uno en la historia que narra llega a entenderla.
Cuenta que Dylan, su hijo de 17 años, tiene un diagnóstico de autismo grado 3, no verbal y con epilepsia. Y además de no hablar, el muchacho tiene una incapacidad para desenvolverse en la sociedad por sí mismo. Solo cuenta con ella, pues su padre falleció de cáncer, y nunca pudo estar activo en la vida del hijo.
Cuando el padre del niño falleció, Yosmary hizo los trámites para que se le otorgara la pensión correspondiente a Dylan. Pero al arribar el muchacho a los 17 años se la han retirado, lo que ella considera una violación flagrante de la Ley 105 de Seguridad Social de 2008.
Relata que cuando ella tuvo que presentar el caso de su hijo en febrero de 2023, el muchacho ya tenía 16 años, y las pensiones son hasta los 17. Como es un caso con autismo, tuvo que llevarlo ella por sus propios medios a la comisión de peritaje médico, para que los especialistas aprobaran su incapacidad.
Fueron varias comisiones, explica, por las que tuvo que pasar el expediente. Y ello provocó que el caso se demorara más de cuatro meses, para que Dylan recibiera la pensión. Porque el expediente debía estar completo.
La pensión, agrega, se comenzó a cobrar en junio de 2023, por un valor de 1 346 pesos. Yosmary volvió a las oficinas de Seguridad Social para chequear que dicha pensión había sido habilitada como vitalicia. Y le dijeron que ya el expediente estaba cerrado y no existirían problemas.
«Mi hijo aún estudia en una escuela especial, nunca podrá trabajar. Apenas cumplió los 17 años le retiraron la pensión que, aunque es un dinero mínimo que no cubre las necesidades básicas de ningún ser humano en la Cuba de hoy, es su derecho. Se la quitaron sin verificar que el trámite y el caso es una pensión vitalicia por incapacidad.
Cuando Yosmary se dirigió a reclamar, solo le dieron disculpas y le dijeron que había que volver a hacer todo el proceso, como si fuera un caso nuevo. Y volver a esperar por no se sabe cuántos meses más. Todo un proceso burocrático dilatado.
«Quiero respuestas, manifiesta, y no entiendo cómo se le va a pagar retroactivamente la pensión cuando se vuelva a tramitar una vez más, cuando mi hijo tiene sus necesidades cada día. Y yo soy una madre trabajadora y soltera que solo con mi salario debo cubrir nuestras necesidades. Que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social me dé respuestas, y no demoradas», concluye.
Eduardo Arias Polo, quien reside en edificio 6-A, apto. 36, en el reparto Bahía, del municipio capitalino de Habana del Este, cuenta que en días pasados presenció feliz una función de la Original de Manzanillo en el centro La Guayabera, del reparto Alamar.
Y felicita a los responsables y trabajadores de ese centro por la limpieza, decencia y orden que percibió todo el tiempo.
«La actividad, afirma, se desarrolló con mucha disciplina. No hubo ni palabras soeces ni la marginalidad que abunda en muchos lugares públicos».
No podía ser de otra manera, añade este redactor. Hay que reconocer que la respetable Original de Manzanillo, que lidera Pachy Naranjo, premio nacional de Música, no comulga ni hace concesiones con la pedestre vulgaridad sonora que perturba nuestros oídos frecuentemente