Acuse de recibo
Tanya Julia Vega Martín (calle 202, No. 32110, altos, apto. 3, Reparto Adelaida, Boyeros, La Habana) revela en su carta que hace ¡tres meses! que allí tienen problemas con el suministro de agua.
Cuenta que en 2021 en la calle 202 lograron que se incorporaran las 20 viviendas más afectadas a un servicio de pipas cada 10 días; por cierto, muy insuficiente, pues la norma son cien litros diarios por consumidor. Y ni los biplantas ni el edificio tienen cisterna común. En su gran mayoría son tanques pequeños enterrados y un tanquecito por vivienda.
La situación se agrava, según la remitente, porque la Feria Agropecuaria de Boyeros, que desde hace más de 20 años le suministraba agua a diez viviendas, les cortó la tubería el 28 de marzo de 2021. Y Aguas de La Habana, conociendo de la situación, las dejó desprotegidas totalmente.
Señala que la otra parte de esa calle se encuentra en la zona más alta, y no le llega el suministro de agua con la suficiente fuerza; mucho menos con las pocas horas en que por manipulación de las válvulas ponen el agua desde Primero de Mayo hacia Adelaida.
Asegura Tanya que todas estas situaciones son conocidas a nivel de municipio, provincia y nación. El año pasado, añade, les informaron que había sido aprobado un proyecto de inyección de agua al reparto. Y nada. Discursos, promesas, pero ninguna acción.
«Cabe destacar, dice, que el resto del reparto sí recibe agua. Pero aquí hay que ver la cantidad de mujeres y ancianas que cargan agua desde cuadra y media en tanquetas, y luego las tienen que subir hasta un primer piso.
«Puedo mostrar como prueba todos los correos y comunicaciones que hemos enviado y las correspondientes respuestas, dice. No entiendo cómo Aguas de La Habana realiza la trazabilidad de las interrupciones, que de hecho son la base para el gasto de recursos de esa empresa. Porque ni en el canal de Telegram aparecemos sin servicio.
«Imagínese que los afectados no pagamos, por supuesto, el agua. Y no pasa nada, ni llaman la atención las pérdidas económicas. Nadie ha venido a averiguar.
«En noviembre una pipa en el mes. No entendemos nada y estamos muy disgustados. El valvulero, en más de una ocasión, ha dejado cerrada la válvula por tres días o más.
«Yo particularmente llevo un Diario del Agua y he enviado copia a la empresa y a Recursos Hidráulicos en la provincia. Y no pasa nada.
«Es el agua un recurso de vida y nos lo han privado. Duele e indigna. ¿Desidia? ¿Mala administración? ¿Falta de control? No puedo clasificarlo y no sé que esperan de nosotros?», concluye Tanya.
Desde 80, No. 1706-A, entre 17 y 19, municipio habanero de Playa, Ernesto Soto Vilaboy se queja de Correos de Cuba, específicamente del correo de 70, entre 19 y 21, en el propio municipio, en su condición de suscriptor del periódico Granma.
«Me cobran el servicio, lógicamente, pero el cartero se enferma y nadie me trae el periódico, expresa. Tengo que ir a buscarlo yo y el dinero por el servicio no lo devuelven.
«Ahora, como el cartero estuvo enfermo, nadie nos avisó. Y en el mes de diciembre no tendremos prensa por no pagar, porque me cobran por adelantado. Y a pesar de ir a recoger el periódico nadie nos dijo nada.
«Para cobrar son muy eficientes, pero para asumir compromisos son pésimos. Si alguien cobra por dar un servicio y no lo puede dar, tiene que devolver el dinero cobrado por el servicio y dar una solución. Porque el cliente no tiene ninguna culpa de los problemas que pueda tener el prestador del servicio».