Acuse de recibo
Desde el batey Buenaventura, en el poblado de Playa Larga, en la matancera Ciénaga de Zapata, Amaya Alayo Terry denuncia «la crítica, insostenible e inhumana situación» que está viviendo allí con el abastecimiento del agua.
Refiere que desde el pasado 29 de abril se hicieron reparaciones en la acometida de acueducto para renovar y conectar todo el sistema de tuberías y tupiciones en los conductos, que en principio resolvería el problema del abastecimiento del agua en la zona.
A propósito, dice, se convocó a la fuerza masculina y femenina del barrio para apoyar dicha actividad. Pero desde entonces, no están recibiendo agua por ninguna vía: ni por la acometida (que en fechas anteriores sí recibían con intermitencia) ni por las pipas de agua.
«Varios vecinos, señala, nos hemos acercado al Partido, a la Asamblea Municipal del Poder Popular y a Acueducto. Y la respuesta que recibimos del funcionario de la Asamblea la cito textualmente: “La situación es crítica, debemos resistir con creatividad, abran pozos de agua en sus casas”».
Expresa Amaya que no es la primera vez que solicitan entrevistarse con Yuriet Estévez Gutiérrez, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, para plantearle la situación, así como con el Director de Recursos Hidráulicos. «Aún estamos esperando su visita para preocuparse por la situación, que es más que conocida en toda Playa Larga», enfatiza.
E indica que desde las oficinas de Recursos Hidráulicos les dicen que esperen la pipa. Y las pocas veces que esta ha ido, la justificación es que por falta de manguera algunas casas no se van a poder abastecer.
Señala que «la alternativa existe: acudir a particulares que venden el agua a precios más que exorbitantes, cuando un líquido tan preciado tendría que estar al alcance de todos y no de unos pocos. Cargar cubos de agua desde cuadras aledañas no puede ser la solución».
Muy molesta, Amaya considera que «para los tiempos que corren, esa no debe ser la respuesta, cuando niños, personas mayores, trabajadores y
vecinos todos estamos sin agua desde finales de abril».
Ya se han dado casos, expresa, de huéspedes extranjeros en casas de alquiler que han tenido que abandonar el lugar por la escasez de agua y la falta de solución. «La problemática también atenta contra el desarrollo local, máxime que sea prioridad para el país que los nuevos actores de la economía puedan desarrollar sus actividades de manera legal, con total garantía por parte del Estado. El abastecimiento de agua es una garantía para cualquier actividad económica», alerta.
Para Amaya es vergonzoso que la respuesta de un funcionario sea la de abrir pozos de agua, como lo es el silencio por parte de las administraciones del Estado. La situación ya es insostenible, pues una reparación ha empeorado las condiciones de habitabilidad de la zona.
«Llevamos más de 15 días sin poder cocinar, bañarnos y hacer nuestra vida normal por esta situación. Ya el agotamiento y la desesperanza nos baña cada día a la espera de una solución por parte de los dirigentes de Playa Larga y de la provincia», concluye.
Una situación similar denuncia Frank Infante Pérez, desde la Calle 30, No. 1712, entre 17 y 19, en Jaruco, provincia de Mayabeque.
Cuenta el remitente que el pasado 4 de mayo, los trabajadores de Hidrología realizaron labores para arreglar un circuito del agua en el barrio de Santa Úrsula, afectando a unas 30 casas donde el agua entraba cada tres días y ahora la afectación es total.
Asegura que se le ha comunicado al Gobierno municipal el problema y el malestar que sufren los vecinos de esa circunscripción, buena parte de ellos de la tercera edad.
«El problema continúa sin resolverse, cuando es de conocimiento de los dirigentes. ¿Cuáles son los derechos que tenemos de ser atendidos sin que se dilaten tanto los problemas? Hay que estar llamando para que manden pipas de agua, y los que tienen que visitar y preguntar por esta situación no lo hacen», concluye.